Las carnicerías en San Juan, al igual que comercios de otros tantos rubros, enfrentan la problemática de la suba constante de precios, que se acentuó después de las PASO y que llevó a aumentos en porcentajes significativos.
En el Mercado de Abasto de Capital, locales de venta de carne y embutidos, que también llegan a abastecer a algunas carnicerías de barrios, registran una suba diaria en los valores de la carne y clientes que optan por comprar y frizar para el consumo de un cierto tiempo.
"Vivimos los aumentos día a día, cambiamos los precio a diario y tratamos de mantener algunos como para que haya opciones. La blanda especial está en $3400; el asado en $2900; la molida está en $1400, $1800 y $2500, hablamos de común, intermedia y especial. Esos son los precios al mediodía, en la tarde cierra la venta de ganado y ahí el frigorífico nos avisa a cuánto compró y cuánto aumentó el ganado en pie. El animal, al ser sacrificado, aumentan los costos, más los impuestos y traslado y se encarece los productos", contó Ana de carnicería Gallardo, a Diario La Provincia SJ.
Hasta allí, llegan quienes pueden invertir en varios kilos de carne, segmentar y frizar para las comidas diarias, mientras los vendedores buscan mantener promociones para ofrecer "opciones" a precios razonables a quienes compran en menos cantidad.
"La ventaja que tiene acá el mercado es que es más barato que el barrio, la gente viene con la tarjeta Alimentar y tratan de invertir todo el plan en carne y frizar", explicó la cajera de la carnicería.
Y agregó: "El aumento es diario y llevamos tres semanas de subas, las semanas anteriores tal vez era dos veces por semana, y está semana ha sido de todos los días. Lo sufre la gente y lo sufrimos nosotros, cada día tenemos que aprendernos una lista de precios y en eso hay que ir modificando".
Ese mismo panorama lo registran comercios de venta de embutidos, donde los aumentos también son superiores al 30% y las ventas varían en los productos que "se disparan" en precios.
"La mercadería ha subido en un 30% y un 40% de un día para el otro y la gente busca lo más barato siempre y se mide en no gastar de más. La gente sabe venir a comprar acá porque al ser achuras es más barato que la carne", contó uno de los vendedores del local 30 "Menudencias", a este medio.
"La lengua la sabían llevar y ahora no tanto porque está un poco más cara, ahora está en $1200 el kilo y estaba en $850", puntualizó. La preocupación es una constante entre los vendedores que ven disminuida la cantidad de clientes diarios, escenario que también se registra en el resto de la feria en donde vendedores de frutas y verduras padecen la misma situación.