El estancamiento de la cantidad de plazos fijos en el último mes y medio encendió luces de alarma en el Banco Central. Los números de inflación más altos de lo esperado borraron la tasa de interés positiva que ofrecían los depósitos lo que empujó a muchos ahorristas a pasarse a dólares. En este contexto, la autoridad monetaria busca con un paquete de medidas achicar la diferencia entre la tasa que obtienen los bancos por las Leliq, cercana al 67%, y la que ofrecen los plazos fijos, que para los minoristas es de casi 42%.
Uno de los indicadores clave en los últimos meses para el Poder Ejecutivo fue la evolución de los plazos fijos. Con el cambio de esquema monetario, que implicó el uso de Leliq para controlar la cantidad de pesos en circulación y cumplir la meta de mantener la base monetaria estable, la cantidad de depósitos mayoristas y minoristas fue una de las medidas de la efectividad con la que el BCRA pudo absorber dinero.
A través de la negociación diaria con la entidad central, los bancos tuvieron acceso exclusivo a la tasa de interés de las Leliq, que fue superior al 60% hasta diciembre del año pasado, que bajó paulatinamente hasta mediados de febrero a un nivel cercano al 43% y que desde ese momento volvió a subir, al ritmo de las nuevas tensiones con el dólar, hasta el 67% actual.
Pero uno de los problemas que el Banco Central trató de evitar fue la brecha entre esa tasa que obtenían las entidades financieras y la que a su vez ofrecían a los ahorristas por medio del plazo fijo. Tras la suba de la tasa de interés de las Leliq del último mes y medio, la diferencia entre ambos rendimientos se acrecentó cada vez más.
Se estancan los plazos fijos
En el último mes y medio se amesetó el ritmo de crecimiento de los plazos fijos en los bancos. Se agrandó la brecha entre las tasas de las Leliq y las de los depósitos mayoristas.
Y esto determinó que, ante tasas menos atractivas, los ahorristas comiencen a preferir otras alternativas, posiblemente el dólar. "Durante los últimos 40 días los plazos fijos dejaron de crecer al ritmo que lo venían haciendo en los primeros dos meses del año. Solamente por las tasas de interés que pagan deberían crecer naturalmente a una velocidad de 3,5% mensual y estuvo por debajo en este periodo", comentó ante TN.com.ar Nicolás Max, director de Asset Management de Criteria.
Entre las razones, que identifican los analistas, se encuentra principalmente la inflación, que en los primeros meses fue mayor a la esperada y que, simultáneamente, disparó las expectativas de subas de precios. Así, las tasas de los depósitos quedaron desactualizados y comenzaron a perder contra la inflación.
"La tasa de los plazos fijos ya no te compensaba la inflación esperada y tuviste además una presión cambiaria. Ahora el Banco Central tiene el foco de tratar de 'aceitar' el mecanismo de transmición de Leliq a plazos fijos para evitar dolarización", comentó ante este medio por su parte Federico Furiase, director de EcoGo.
Ese mecanismo de transmisión es el que desvela a las autoridades monetarias: ¿cómo trasladar la tasa alta que reciben los bancos en una tasa en pesos atractiva hacia los ahorristas, que desincentive la compra de dólares? "El mejor mecanismo sería una reducción de encajes (porción de los depósitos que los bancos deben mantener inmovilizados) pero no hay predisposición para hacerlo, por el temor a la expansión monetaria que eso produciría. Sacando esa variante, están intentando las opciones posibles que no impliquen esto último", comentó Max. El BCRA, por lo pronto, ya tiró sobre la mesa tres cartas con las que buscará conseguir esta meta.