Economía

La inflación es “una de las principales distorsiones de la economía” argentina indicó la Universidad Austral

Un análisis de la escuela de negocios IAE de la Universidad Austral indicó que “la inflación actual se ha estabilizado en el corredor del 20% anual”, y estimó que “no parece que vaya a escalar".
lunes, 16 de abril de 2018 10:30
lunes, 16 de abril de 2018 10:30

La inflación es “una de las principales distorsiones de la economía” argentina que el Gobierno debe atacar de manera “urgente”, concluyó un análisis de la escuela de negocios IAE de la Universidad Austral difundido hoy.

“Consideramos a la inflación como una de las principales distorsiones de la economía argentina, un problema crónico de nuestra historia desde los años 70”, indicó el economista Eduardo Fracchia en el informe.

Sostuvo que “un plan razonable anti inflación es el planteado por Cambiemos”, que se espera “ver concluido durante la próxima gestión del Gobierno en caso de ser reelecto”.

“Cada vez es más urgente atacar el problema, el más severo de la macroeconomía en 2018 junto con el atraso cambiario y los déficit gemelos”, subrayó el economista.

Puntualizó que “la inflación actual se ha estabilizado en el corredor del 20% anual”, y estimó que “no parece que vaya a escalar pero tampoco se ve claro que pueda descender fácilmente”.

Señaló que “la tasa actual se podría considerar moderada”, no obstante lo cual remarcó que “la inflación nunca ha sido neutral para el sistema económico”.

El analista evaluó que para llevar la inflación a un dígito, el Gobierno debe resolver “el desequilibrio fiscal, la insuficiencia de inversión, la expansión monetaria, la puja distributiva, las estructuras oligopólicas de los mercados y el gasto público”,.

Fracchia destacó que “pocos países tienen una inflación superior a 20%” en el mundo”, y añadió que “un grupo reducido de naciones tiene entre 10% y 20%.”.

Puntualizó que “la inflación tiene consecuencias distorsivas en el monto de la inversión bruta”.
Señaló que “por otra parte es la responsable en el deterioro del tipo de cambio real que está apenas un 6% por encima de los niveles de 2001, cuando terminó la convertibilidad”.

Fuente: Télam

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