jueves, 21 de mayo de 2015
12:15
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En este sentido, debe destacarse que prácticamente la totalidad de los productores activos – 20.309 - retiraron sus tarjetas y las obleas que respaldaban el traslado e ingreso a bodega de la uva. Además de contar con la oblea física, los viñateros tuvieron a su disposición la posibilidad de solicitar y obtener sus obleas adicionales mediante mensajes de texto que llegó a 16.794 mensajes transmitidos.
El sistema contempla que cada oblea generada y personalizada - por viñedo y variedad – tiene que acompañar a cada viaje de uva desde el viñedo a la bodega. Esto permite alcanzar una mayor transparencia respecto de los datos de uva ingresada a cada bodega y su relación con el origen y composición de la materia prima. En esta vendimia 2015 el sistema Tarjeta del Viñatero generó 239.012 obleas individuales, que acompañaron a idéntica cantidad de viajes de uva a bodegas de todo el país.
Estas acciones abren ahora otros controles, como son identificar las causas por las que 5.515 productores de uva, no retiraron su material y con esto obtener datos precisos respecto a la realidad vitivinícola. 44.342 obleas (12%) fueron solicitadas en las delegaciones y se identificaron en el momento que el inscripto las requirió. Estas obleas fueron entregadas físicamente.
Al llevar adelante este nuevo sistema, fue de utilidad y oportuno, para regularizar y actualizar: los cambios de titularidad registral, su situación frente a AFIP. Así también permitió, actualizar la composición varietal de los viñedos, registrar nuevas plantaciones, que sin esta regularización no habrían podido ingresar sus uvas a los establecimientos elaboradores con lo cual se cumple otro de los objetivos que se buscaban con la Tarjeta del Viñatero que es el del censo permanente de los viñedos argentinos.
El control de las variedades de uva mezcladas al azar garantiza la genuinidad de los vinos
La decisión del INV de implementar esta nueva herramienta de control le permitió realizar un minucioso control de las variedades de uva mezcladas al azar en los viñedos de la provincia de Mendoza.
Para ello se instrumentó una mecánica especial para fiscalizar eficientemente esta situación, para aquellos viñedos en los que no hay variedades puras, sino que las variedades se encuentran mezcladas imposibilitando su cosecha de forma separada.
Ello significó un sinceramiento de superficies que, aun cuando son variedades aptas para certificar vinos varietales, al cosecharse mezcladas no permiten separar su elaboración y de hecho no habría forma de certificar individualmente para elaborar vinos varietales.
En la provincia de Mendoza se regularizó, mediante el empleo de este sistema, el ingreso a bodega de 26.302.000 kilos de uva, lo que puede equivaler de 1.600 a 1.700 ha de varietales de calidad, que se transformaron en vinos correctamente identificados evitando posibles engaños al consumidor.