martes, 23 de julio de 2013
16:43
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Entre otro puntos, se decidió "encapsular" la elaboración del producto, prohibiendo que se plante Vitis Labrusca (uva chinche) para vinificar en cualquier otro punto del país. Solo las 23,7 hectáreas que fueron centro del conflicto podrán ser utilizadas con este fin y tendrán que ser comercializadas en su lugar de origen. En su envase, deberán informar al consumidor que las uvas utilizadas corresponden a esta variedad, la cual es considerada no apta para la elaboración de vino.
Además, según informaron integrantes de la Comisión Asesora, la sede del INV de Buenos Aires seguirá de cerca al Vino de la Costa y brindará asistencia técnica y legal a los productores.
También, pese al reclamos de algunos representantes de la industria, se descartó derogar la Resolución 23, que aceptó al Vino de la Costa como producto regional. Basándose en fundamentos legales, el INV aclaró a los asesores técnicos que no se puede obligar a los productores a que dejen de elaborar vinos con Vitis Labrusca, así como tampoco se les puede exigir que no utilicen la palabra "vino", en sus etiquetas.
Juan Carlos Pina, quien forma parte de la Comisión y es gerente de Bodegas de Argentina, defendió la postura adoptada por el Instituto. "Los elaboradores de Avellaneda y Berisso llevan 100 años ejerciendo esa actividad. El INV hizo todo lo que está a su alcance en el marco de la legalidad", mencionó el experto, aunque aclaró que desde su punto de vista ninguna de estas normativas eran necesarias.
Como medida adicional, el INV se comprometió con la Comisión Asesora Técnica a promover e incentivar la reconversión de los viñedos de Berisso y Avellaneda, o bien convencer a los productores de que el mejor destino de su materia prima es convertirse en jugo de uva.
"No se los puede obligar a reconvertir, pero se les pueden otorgar beneficios de mercado para hacer más atractivo el negocio tras la reconversión", señaló Pina.
Desde la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), una de las entidades que pedía la derogación de la Resolución 23, reconocieron como "aceptable" la propuesta del INV y consideraron que la nueva reglamentación pondrá fin al problema.
"En el debate con el INV, hubo predominio de opiniones negativas respecto a la aprobación del Vino de la Costa como producto regional, pero la propuesta elevada por el Instituto fue bastante razonable", indicó Sergio Villanueva, gerente de la UVA.
El profesional destacó el reconocimiento histórico que se hizo sobre los elaboradores de la zona bonaerense y opinó que "era necesario reglamentar la producción de estos vinos".
Por su parte, el enólogo Ángel Mendoza, asesor de la UVA, también aceptó el compromiso del INV para controlar los vinos elaboradores con Vitis Labrusca y promover la reconversión. No obstante, mantuvo firme su opinión desde el punto de vista técnico. "Es un vino muy difícil, por eso el propio mercado lo ha dejado de lado", apuntó, según publica diario Los Andes.
Coincidió en este punto Juan Carlos Pina. "Por cuestiones de mercado es probable que los propios productores decidan la reconversión o elijan dedicarse a la elaboración del jugo de uva".
No fue posible establecer contacto con representantes del Centro de Bodegueros y Viñateros del Este. Desde el INV, tampoco se dieron declaraciones.
Fuente: Los Andes
