Al minuto 20 del segundo tiempo, cuando Quilmes marcó el segundo y se acercó al empate con Boca, los hinchas cerveceros comenzaron con desmanes en la cancha, y tras enfrentamientos con diferentes sectores, el encuentro debió ser demorado.
En el estadio Malvinas Argentinas, en Mendoza, los simpatizantes provocaron destrozos en las butacas y eso originó un despliegue por parte de la Policía para tratar de controlar la situación. En medio del caos, los jugadores de Quilmes también fueron heridos por sus propios hinchas.
El encuentro retomó la actividad pasados los 18 minutos y el accionar de efectivos de la Policía y Bomberos.