Ama el fútbol y está lleno de sueños. Facundo Gasco tiene 16 años, es el más chico de 3 hermanos y cursa cuarto año del secundario. Desde los 4 años juega al fútbol y éste es su gran amor. En sus primeros años jugó para diferentes clubes hasta que llegó a Alianza y dio el gran salto.
Hoy el joven lleva la casaca de Atlético Minero, un club que ya trabaja para competir el la Liga Sanjuanina de Fútbol y en la cancha se lleva los halagos por eso muchos lo ven como toda una promesa del fútbol loca. Es el más chico de todo el plantel, lo que significa para él todo un gran desafío, responsabilidad pero también orgullo. De ellos como de Alianza, cosechó amigos de los que aprende mucho.
"Trato de agarrar los consejos que me dan los demás chicos, la experiencia y lo bueno que son por la cantidad de finales y partidos que ellos tienen. Me ayudan bastante, la experiencia es bastante linda y lo disfruto lo máximo que puedo", contó Facundo a Diario La Provincia SJ.
El joven tiene un espíritu futbolero que va de la mano de la responsabilidad pero también de la felicidad que le da mostrar su juego en la cancha. "Soy feliz y considero que si te gusta, lo querés practicar, lo vas a vivir", apuntó reconociendo que previamente la vida le puso varios desafíos. Uno de estos fue una lesión que lo dejó fuera por un largo tiempo.
"Fue un proceso duro. Hubo un momento que por una lesión estuve un año con el tema físico. Quería llegar al punto que estoy ahora de compartir cancha y estar en primera local. Voy a otro ritmo, de estar en inferiores con chicos de 14 a 16 a jugar con chicos de 10 a 15 años más grande que yo. Es un salto grande", apuntó.
Para esto, el joven no sólo entrena duramente sino también resigna amistades y salidas. "Sale cuando se puede", reconoció y subrayó que por este motivo perdió "bastantes amigos porque me invitaban a lugares y yo decía 'no puedo porque tengo que entrenar'".
"Si querés llegar a algo, no todo va a ser lindo", reconoció subrayando que más allá de todo sus padres y hermanas son el gran pilar que tienen y que lo acompañan al 100%. "Me apoyaron siempre en todo momento, sobre todo mis padres. Nunca me presionaron y al contrario me recomendaron que hiciera esto. Si no me gustaba me dijeron que lo podía dejar. Pero lo que más me gusta es que nunca me van a presionar a hacer algo que no me gusta", reconoció subrayando que "el estudio lo llevo a la par del deporte. Siempre mis padres me dicen que debe haber estudio, nunca dejarlo y llevarlo de a poco".
El joven está bajo la dirección técnica en el equipo de Marcos Otorola pero cuenta también con el compromiso de su preparador físico Manu. "Uno sueña con un club para estar estable y vivir del fútbol", subrayó destacando que es hincha de Boca pero por ahora quiere seguir en San Juan para tener más experiencia.
