Dolor

Nicolás Naranjo, el ciclista sanjuanino más ganador de la década

La noticia de su deceso golpeó a la provincia. Conocé la vida del pedalero que hizo historia con su pasión.
domingo, 12 de septiembre de 2021 19:48
domingo, 12 de septiembre de 2021 19:48

Nicolás Naranjo, el querido corredor sanjuanino, falleció este domingo luego de protagonizar un accidente en Mendoza en el marco de la 9na fecha del Campeonato provincial de Critérium y Pista 2021. Más allá del dolor de su muerte, muchos lo recordarán con una sonrisa, por cada carrera que ganó para San Juan. 

Nico nació el 10 de junio de 1990 en La Bebida y comenzó en el ciclismo gracias a su hermano. “Al principio el que corría era mi hermano Sebastián y yo acompañaba. Me empezó a gustar el ciclismo impulsado por mi papá Oscar, él era aficionado al deporte y amigo de Oscar Bravo”, contó el año pasado el ciclista a SiSanJuan.

Su primera carrera fue a los cuatro años. "Yo empecé a competir en una carrera de Infanto Juvenil en la manzana del barrio La Estación. El barrio es mi primer mundo, y los pibes en cada carrera me alientan con una bandera de las Cuatro Esquinas".

Nació en una bici

En su infancia y adolescencia repartía el tiempo entre la escuela (la Juan José Castelli en la primaria y la Enrique Mosconi y el Colegio Santo Domingo en la secundaria) y la bici. En su casa era una obligación el estudiar para tener el permiso de correr. A los 14 años empezó a correr en el ciclismo libre. Le costaba ganar e incluso estuvo a punto de renunciar y cambiar la bicicleta por unos patines de hockey. Pero le gustaba la adrenalina y en la siguiente temporada participó de los Juegos Binacionales, entrenó con la Selección Sanjuanina y después integró el equipo Palmar del Lago que fue su puerta al ciclismo de elite.

Consiguió su primera victoria profesional en su tierra y en su debut. Fue en la Vuelta a La Bebida que se disputó el 17 y 18 de Noviembre del 2011. “Me acuerdo que fue en una Vuelta a la Bebida en la que estaba el San Luis Somos Todos. Gané la primera etapa y la contrarreloj. En ese momento la estaba trabajando con el “Chino” Emmanuel Saldaño y la teníamos muy preparada, pero igual fue una sorpresa. Una vez que terminó la crono quedé líder y el Chino estaba a unos segunditos. Teníamos un equipo muy joven y la idea era salir a atacar para abrir el panorama, pero el Chino dijo que no. Dijo que íbamos a cerrar la carrera y se la jugó para que yo pueda ganar la carrera. Es un recuerdo muy lindo”.

También se quedó con la última carrera de esa temporada, ya en marzo del 2012. “Gané el Clausura con Emi Ibarra y Cristian Clavero. Llegamos los tres cortados y les pude ganar embalando”. Con ese gran comienzo, Naranjo se incorporó a los piqueteros. “Pasé a la Agrupación Virgen de Fátima. No pude ganar en mi primer año y fue mucha presión. Mi primera carrera con la Agrupación la gané en el Circuito Azul. Le gané a Laureano Rosas que estaba intratable y fue un gran desahogo”, recordó.

Su mejor temporada fue la del 2016/2017, en la que contó con la ayuda de otro grande del ciclismo. “Ese año fue el primero que entrené con Roberto Richeze. Hice las cosas bastante bien y logramos tener una muy buena forma. La Doble Chepes fue la mejor competencia que gané porque es dura, larga y difícil de controlar. En la última etapa tenía que definir con Víctor Arroyo y yo desconfiaba de ganarle porque compartimos muchos entrenamientos y nunca le pude ganar. Pero mis compañeros confiaban más en mí que yo mismo”.

Es el ciclista sanjuanino con más victorias en su haber, sin embargo, tuvo una favorita. “La victoria que más destaco es en la Difunta. Quería ganar esa competencia, tiene su sabor especial, es mi carrera preferida, se unen muchos corredores de todo el país, hasta Maximiliano Richeze”, sentenció.

Tras seis años perteneciendo al equipo piquetero, en mayo de este 2021 decidió dar un paso al costado y mudarse a Transportes Puertas de Cuyo, que se había quedado sin el bonaerense Laureano Rosas. Además, su vida personal también tuvo un gran cambio, ya que fruto del amor con su esposa Gisel, hace dos meses llegó la pequeña Constanza, a quien ya le dedicó su último triunfo mientras todavía estaba en la panza de la mamá, en la Vuelta a Mendoza, en febrero.

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