River Plate se clasificó esta noche para la final de la Copa Libertadores pese a caer por 1 a 0 ante Boca Juniors, en la Bombonera, aprovechando el 2-0 a favor recogido en la ida en el Monumental, por un gol convertido a los 35 minutos del segundo tiempo por el venezolano Jan Hurtado.
Más allá de la voluntad, del esfuerzo y del aliento de sus simpatizantes, Boca Juniors estuvo cerca de la hazaña, pero otra vez no pudo contra un River que, lejos de su mejor versión, volvió a mostrar que es un equipo armado ante uno que todavía está en formación.
El entrenador Marcelo Gallardo dispuso anoche la misma formación con la que River venció a Boca 2 a 0 en la primera semifinal de la Copa Libertadores, mientras que Gustavo Alfaro debió hacer variantes obligadas por lesiones o suspensiones, y algunas tácticas.
El lunes por la tarde, a más de 24 horas del partido, Gallardo echó por tierra las especulaciones -periodísticas eso sí- que indicaban que podría presenta una formación con cinco defensores -y eventualmente tres cuando tuviera la pelota- con el ingreso del paraguayo Paulo Díaz en lugar del mediocampista uruguayo Nicolás De la Cruz. Nada de eso sucedió.
Confiado en el gran funcionamiento del equipo con el dibujo 4-1-3-2, Gallardo apostó a la mismo sistema de juego.
Alfaro debió reemplazar al volante Nicolás Capaldo por suspensión, pudo rescatar a Ramón Ábila tras una lesión y apostó esta vez a la experiencia de Carlos Tevez, anoche capitán, para este tipo de encuentros, como así también las de Eduardo Salvio y Julio Buffarini.
Muchos cambios para Boca buscando torcer la historia. Algo complicado, más aún con dos goles de desventaja tras el partido de ida, ante el mejor equipo del fútbol argentino.
Quizá las ganas de Boca emparejaron el mejor rendimiento como equipo de River, pero esto no deja de quitarle mérito a los últimos campeones de la Copa libertadores, que una vez más se dieron el gusto de dejar afuera al rival de siempre.
En 2015 fue la recordada serie del gas pimienta, el año pasado la histórica final en Madrid y anoche, sin lucir, poniéndose el overol antes que el frac de las grandes noches, River llega a otra final, y Boca -una vez más- quedó sin nada.
River nunca le pudo ganar a Boca en la Bombonera por Copa Libertadores, donde al cabo de 14 enfrentamientos el "xeneize" suma ocho triunfos contra seis empates.