Este domingo, Nicolás Naranjo se subió por segundo año consecutivo a los más alto del podio del Giro del Sol. La última etapa fue muy dura ya que corrieron bajo la lluvia y el granizo, pero el pedalero de la Agrupación Virgen de Fátima tuvo otro escollo, ya que a poco del final sufrió una caida.
En el momento se levantó, le puso la cadena a su bicicleta y un espectador lo empujó para que volviera a la carrera. "Veníamos en busca de la meta bonificada tras Emiliano Contreras y con el Dany hubo un roce. No recuerdo exactamente qué pasó. Se nos enredaron los manubrios y caímos los dos", contó a Radio La Voz.
Terminada la carrera se lo vio visiblemente adolorido y este lunes se realizó los estudios pertinentes. "Tengo una pequeña fractura en la escápula, por lo que me dijo el especialista tengo que tener 30 días el brazo inmovilizado. En diez días repetiremos la placa para ver cómo va evolucionando la lesión y tomar una decisión en cara a la Vuelta a San Juan. Estoy adolorido, no puedo mover el brazo, cualquier movimiento que hago me da un pinchazo", recordó.
Su principal objetivo de ahora en más era la Vuelta a San Juan, pero recién en diez días sabrá si el equipo podrá contar con su ayuda. "Salir con una sola mano a la calle es complicado. Me puse en contacto con la gente del equipo y en cuanto se desinflame la zona me voy a estar subiendo al rodillo, pensando que cuando vaya a la consulta en diez días voy a tener una respuesta favorable", sentenció el corredor esperanzado.
