Sí, esto es Boca, o al menos el Boca que todos los hinchas estaban deseosos de ver. Con un equipo muletto y repleto de cambios pensando en la revancha contra Cruzeiro, se impuso con amplia comodidad 3-1 sobre Colón en la Bombonera y le devolvió la sonrisa a la tribuna después de las pálidas por la derrota contra River y la eliminación por Copa Argentina a manos de Gimnasia.
De principio a fin, y con Gago como organizador, fue claro dominador. Encontró la ventaja en un corner que punteó Nández de cabeza y empujó Magallán, y desde ahí no lo dejó jugar al Sabalero. Rossi en el arco fue vital con dos tapadas espectaculares y Villa cumplió con creces en ataque. De hecho, al colombiano le hicieron el penal que Mauro Zárate cambió por el 2-0.
Colón estuvo siempre rendido ante un Xeneize que manejaba la pelota y los tiempos del partido. Pensando en la Libertadores, Guillermo entró a meter cambios de forma prematura y eso le permitió a Tevez jugar sus buenos minutos. De todas formas, Carlitos necesitó apenas un ratito para sacar un disparo desde afuera y anotarse con su gol. Sobre el final descontó Gonzalo Bueno, sólo para decorar el resultado.
Difícil encontrarle un punto flaco a este equipo repleto de caras nuevas que supieron mostrar buenos rendimientos. Cumplió Peruzzi, anduvo bien Gago, Rossi completó un partido que lo llenará de confianza de cara al jueves y mojaron tanto Zárate como Tevez. Boca volvió a ser Boca, y llega de la mejor forma a la revancha contra Cruzeiro.
Fuente: Olé.
