Será un jueves muy movido y no justamente por lo que pase dentro de una cancha de fútbol. Antes del mediodía, Boca presentará ante el Tribunal de Disciplina de la Conmebol una contestación a la defensa planteada por River por los ataques de sus hinchas al plantel del Xeneize en el Monumental. Y por la tarde saldrá el fallo esperado.
Hay mucha expectativa respecto al veredicto que se conocerá. En el conjunto de la Ribera esperan que acepten su pedido, le den por ganada la revancha de la Superfinal y así consagrarse como el nuevo campeón de la Copa Libertadores. En la vereda de enfrente piden que se juegue el partido y hasta hacen fuerza para que sea en la misma cancha de River y con público, algo que parece imposible.
La sensación es que saldría un fallo salomónico. El encuentro se disputaría pero, como ya anticipó el propio presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, sería fuera de la Argentina.
Si el fallo del Tribunal da el visto bueno para que se dispute el partido, desde la Confederación Sudamericana de Fútbol emitirán un comunicado con la sede definitiva para el gran choque: Doha (Qatar) pica en punta gracias a las sumas millonarias que ofrece para recibir al Superclásico: pondría 12 millones de dólares, a repartir entre la Conmebol, River y Boca. La dificultad mayor estaría en los hinchas, quienes deberían desembolsar muchísimo dinero para viajar.
De todas formas, la historia no se terminaría hoy. En caso de no estar de acuerdo con la decisión del Tribunal, Boca recurrirá a la Cámara de Apelaciones, que la próxima semana deberá dar una definición. Hasta acá llegará el tire y afloje: luego le quedaría la instancia del TAS, pero en el mientras tanto, deberían jugar el partido y esperar unos meses por el fallo final.
Se vienen las últimas páginas de uno de los capítulos más tristes del fútbol sudamericano y argentino: la violencia manchó la final más esperada de la historia. Habrá que esperar para ver cómo se resuelve.
