Este fin de semana, el final de la Copa Libertadores entre Boca y River terminó en escándalo. El superclásico se iba a disputar en el Monumental pero el colectivo que trasladaba al equipo xeneize terminó apedreado. A partir de esto, la Conmebol dispuso la reprogramación de la fecha, que aún resta confirmar, y se empezó a barajar la posibilidad de cambio de cancha. En este contexto, el gobernador Sergio Uñac definió el hecho como "lamentable" e indicó que por ahora San Juan no existe la posibilidad de que se juegue el partido en esta provincia.
"El estadio nuestro tiene una imposibilidad en la cantidad de asistentes que es de 25 mil pesos y ése es un espectáculo para más de 60 mil personas", precisó Uñac. Luego puntualizó que más allá de eso, de lo que él sí está seguro es que el despliegue de seguridad sería mucho más efectivo que el que se aplicó este sábado en Núñez.
"Nuestra policía lo haría mejor", dijo entre risas Uñac quien puntualizó que el grado de violencia observado da vergüenza porque "nos estaba viendo el mundo". "Era una de las finales más importante, seguida en muchos países y haber terminado de esta manera... da pena", finalizó el mandatario provincial quien indicó que "se jugó con la gente" porque estuvieron a la espera del partido por más de cinco horas.