La Superfinal de la Copa Libertadores entre River y Boca será un evento histórico. Si las finales tienen una carga emocional muy alta, lo que pasará este sábado, en el Monumental, alcanzará niveles de intensidad extrema. Mañana habrá un cruce titánico en la última instancia del torneo más importante del continente: el mundo del fútbol quedará en suspenso durante poco más de 90 minutos.
Tal atractivo genera este partido que el propio Gianni Infantino, mandamás de la FIFA, vino a la Argentina para presenciar el duelo en la cancha de River. El suizo llegó el viernes y lo primero que hizo fue reunirse con Claudio Tapia (presidente de la AFA), Alejandro Domínguez (de Conmebol), Daniel Angelici (de Boca) y Rodolfo D'Onofrio (de River). Acompañados por directivos de la segunda línea, compartieron un almuerzo en la zona de Puerto Madero.
"Esta superfinal va a ser increíble, espectacular. Tenemos que inventar palabras nuevas para describir este partido. Ya no es el 'superclásico', es el 'megasuperclásico'. Lo consideramos, absolutamente, como una final del mundo", declaró Infantino después del almuerzo en diálogo con TNT Sports.
Infantino asistirá al estadio Monumental acompañado de los presidentes de todas las federaciones de Conmebol, el de la MLS, el de la Federación Mexicana y el de la Concacaf.
El mandatario participará de la premiación del equipo que logre el título y regresará a Suiza, pero volverá a la Argentina el próximo viernes para participar de una reunión en el G-20 junto a los principales mandatarios del planeta.
