lunes, 31 de marzo de 2014
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Sucedió en Ucrania cuando se disputaba un partido entre dos equipos fuertes de aquel país, Dynamo Kyiv y Dnipro Dnipropetrovsk. En un momento uno de los jugadores, Oleg Gusev (30 años) sufrió un fuerte accidente que le pudo costar la vida.
El arquero de su equipo, el Dynamo Kyiv, le dio un rodillazo cuando fue a defender una jugada peligrosa con una pelota en el área. Tras el golpe, el jugador cayó al piso noqueado. Inmediatamente un jugador rival, Jaba Kankava, que advirtió lo que había pasado y lo que estaba por ocurrir corrió a asistirlo. En un gesto considerado heróico en su país, lo tomó de la cabeza y evitó que se tragara la lengua.
El jugador herido fue puesto de costado y aunque el adversario tuvo como consecuencia una fuerte mordida en su mano (que incluso sangró) se quedó a su lado hasta que llegó la asistencia médica a la cancha.
Afortunadamente, Gusev salió consciente en camilla y todo terminó bien.