¿Arte?

Horno en la Casa de Sarmiento: el curador dijo que la polémica es "parte del riesgo que decidimos correr"

El escritor Carlos Godoy explicó que la polémica generada "es la literatura de la época: la denuncia, el comentario indignado, la cancelación".
martes, 17 de agosto de 2021 09:45
martes, 17 de agosto de 2021 09:45

El sábado que viene quedarán inauguradas en San Juan dos muestras en el marco de la tercera edición de Bienalsur. Una de éstas estará ubicada en el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson y la otra en la Casa Natal de Sarmiento. Esta última ya generó mucha polémica por ser un lugar histórico que fue alterado para la ubicación del horno de ladrillo.

Si bien la obra estará hasta diciembre, el malestar de los sanjuaninos fue inmediata y desde la Bienalsur salieron a aclarar el hecho. La intervención retoma una acción del artista conceptual Víctor Grippo (1936-2002) que contó con la curaduría del escritor Carlos Godoy.

Precisamente este último salió a dar su punto de vista en este contexto y explicó que la propuesta curatorial "que se trabajó en conjunto con Bienal Sur, el Ministerio de Cultura de la Nación y la Dirección Nacional de Museos", responde a "poner en valor la obra en territorios más federales".

"Las instalaciones de Grippo tienen una potencia muy singular y el hecho de presenciar estas obras en zonas alejadas de las grandes metrópolis no sólo proponen una mirada más profunda y compleja sobre la realidad más actual, sino que también dialoga, y de un modo muy eficaz, con las idiosincrasias más periféricas. Detrás de todas esas decisiones está la elección de la Casa Natal para exhibir esta muestra. Poner al artista en otro contexto es uno de los riesgos de este proyecto", define.

También destaca las lecturas de la obra de Grippo, en torno al proceso alquímico de la transformación y a la energía química de los alimentos, en su mirada curatorial. "Mi intención fue poner en relieve dos instancias de su obra en relación a la alimentación, por un lado el ritual comunitario de la alimentación, mediante el homenaje a una performance que realizó en 1972 en la plaza Roberto Arlt, en la que construyó un horno de barro cuando las reuniones sociales estaban prohibidas en el gobierno de Lanusse", señala a propósito de la acción que fue censurada 48 horas después y generó "una comunidad espontánea en torno a ese horno de barro que proporcionó pan, alimento, a la comunidad que se acercó".

El segundo punto está relacionado con la industria alimenticia como una "de las mayores destructoras del medio ambiente" y para ello lo hace con obras como "Naturalizar al hombre, humanizar la naturaleza (1977) y "La comida del artista" (1990).

Sobre las controversias generadas al ver la instalación del horno de barro reflexiona que se trata de respuestas esperables y parte del riesgo. "Creo que se dan dos reacciones naturales o esperables en el contexto actual en que vivimos. Por un lado el fenómeno de indignación que siempre se manifiesta en la redes sociales y en los comentarios de los portales de noticias. Es un modo de expresión de la época. Hasta me animo a decir que es la literatura de la época: la denuncia, el comentario indignado, la cancelación", explica Godoy.

"Y lo segundo es una típica reacción ante la irrupción del arte contemporáneo. Las vanguardias tenían en su pathos la irrupción como un modo de operar con su discurso político. Con el tiempo ese modus operandi se fue perdiendo, pero a veces, de vez en cuando, el arte contemporáneo vuelve a sorprender con su naturaleza más vanguardista e irrumpe, como en este caso en San Juan, en la vida de las personas que no terminan de entender cómo es que deben reaccionar. Estas reacciones son, obviamente, parte del riesgo que decidimos correr al llevar la obra de Grippo fuera de su zona de confort", concluye.

Por su parte, desde la dirección artística de Bienalsur, Diana Wechsler aclara en diálogo con Télam que siempre quisieron expandir la presencia del proyecto de la Bienal más allá del Museo Franklin Rawson. En esta edición eso incluye "al parque, la ciudad y la Casa Natal para recrear la comunidad Bienalsur en San Juan", además de conectar ambas muestras.

Fue a partir de esta concepción que "surgió la idea de situar en la Casa Natal el proyecto de homenaje a Grippo", ya que no se trata de una retrospectiva "sino que es la recreación y activación de una acción comunitaria a partir de una acción de arte".

"El patrimonio merece ser interpelado desde el presente para seguir activo y hacerse visible en todas sus dimensiones. Si Sarmiento -un personaje plural y complejo como ha sido- y la imagen de su madre habitan esos espacios, por qué no generar situaciones que convoquen esa diversidad y complejidad de escenarios en los que sus historias y la memoria de nuestro país puedan ser evocados siempre desde el presente y sus demandas", reflexiona Wechsler.

Sobre el cuidado del patrimonio afirma que "nada de lo que se está haciendo es permanente ni representa una acción irreversible en términos materiales", por lo que "no hay perjuicio patrimonial", y todas estás consideraciones son parte del trabajo "de dar vida a los espacios, activar memorias, acciones y escenas para dar lugar y expandir el derecho a la cultura".

 

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