Cultura

Aguasecas Sanjuaninas, la propuesta de escritores locales en tiempos de cuarentena

Si bien es un proyecto que surgió hace algunos años, esta época particular lo hizo "revivir", con producciones cortas y mordaces.
sábado, 18 de abril de 2020 16:54
sábado, 18 de abril de 2020 16:54

En un momento de crisis mundial, en el que la gente está obligada a permanecer en su casa para cuidarse y cuidar a los demás, han surgido diversas manifestaciones del arte. Este es el caso de "Aguasecas sanjuaninas", una fanpage local en el que escritores comparten cuentos cortos. 

"Siempre quise participar en talleres literarios pero no tenía tiempo y ahí surgió Aguasecas Sanjuaninas. Pensé que si tenía un compromiso de publicación semanal sería similar al trabajo de un taller literario. Y obviamente poner en circulación mi trabajo. El nombre de la página  es la reversión de un título conocido "Aguafuertes porteñas". Al inicio pensé en salirme del lugar cómodo que era escribir poemas o cuentos y trabajar con mini ensayos literarios por eso los primeros textos fueron ensayos sobre San Juan emulando los textos de Roberto Arlt. Pero luego regresé al origen: continué publicando cuentos cortos "ambientados" en lugares conocidos de acá, la mayoría rozando el cuento fantástico", contó a Diario La Provincia Jesús Tello, el creador y escritor principal.

Mirá el texto original en la fanpage "Aguasecas Sanjuaninas"
https://www.facebook.com/Aguasecas-Sanjuaninas-422698501523316/

Cada publicación de la página tiene un título, un texto e imágenes que lo acompañan, y que en esta época se postean bajo la serie "Ficciones de cuarentena". "Los textos publicados son textos reescritos y formateados para el tipo de circulación en redes sociales. Algunos son viejos y otros escritos con consignas, por ejemplo hay textos que son continuación del anterior cuento o segundas partes, o personajes de un cuento aparecen en otros. En la etapa de cuarentena pensé en hacer dentro de la página una especie de bloque temático y ahí surgió Ficciones de cuarentena. Además de invitar a escritores y escritoras a participar de esa sección", agregó Jesús.

Así, lo que comenzó como una plataforma para obligarse a escribir, hoy se transformó en un espacio abierto a quienes disfrutan tanto como él de producir este tipo de arte. "La primera escritora invitada fue Belén Zagarra. A ella la conocí cuando asistió al taller literario "del margen" que ofrecimos con mi pareja Reina Sosa. Y al  leer sus textos pensé que "cumplían" con el formato de la página, además de apreciar su estilo mordaz. He pensado más adelante hacer una especie de convocatoria abierta para otros bloques dentro de la página. Por ahora sólo invitaré a la sección Ficciones de cuarentena a escritores y escritoras que conozco".

Corto y estremecedor, el cuento de Belén Zagarra.

Admite que al principio le costó llegar a los lectores pero que igualmente lo tomó como un ejercicio que poco a poco fue rindiendo sus frutos con el boca a boca, o de compartido a compartido. "La literatura en las redes sociales es relativamente nueva, te encontrás de todo: literatura interesante  con malos formatos, mala literatura con formatos geniales, textos literarios que no son literatura, Instapoesía, microrrelatos que no lo son, etc. Todo se está acomodando aún en internet", reflexionó.

Jesús y su obra
Es un apasionado de las letras desde muy joven e incluso hoy en día se dedica a transmitirle este amor a los más pequeños con un taller que brinda en la Escuela Ciudad del Sol (ver esta nota).

"Comencé a escribir literatura en la adolescencia. Antes escribía pero sólo transcribía o reversionaba canciones u otros textos. Debo reconocer que influyó mucho la Literatura argentina de la Secundaria para pensar en un trabajo más serio la escritura  y no como un hobby y eso empezó cuando habitualmente me elegían para escribir las "palabras alusivas" en los actos", recordó.

La escritura es un ejercicio y como tal se va consiguiendo mejorar con el paso de los años. "Como era aplicado para el estudio tenía mucho tiempo libre y es ahí donde me ponía a escribir procurando tener cuadernos específicos y lugares propios dentro de mi casa, recuerdo que era todo un ritual con su propia mística, cosa que fue desapareciendo, por suerte. Desde el inicio hasta hace algunos años sólo escribí poemas "sueltos" sin ninguna línea temática ni sobre algo concreto. Hasta que se me ocurrió un proyecto de escritura fuera de ese género y ese día escribí mi primer cuento corto. Aún continúo trabajando en ese proyecto narrativo reescribiéndolo cada tanto. Luego proseguí alternando entre los dos géneros hasta finalmente volcarme y ejercitar más la escritura narrativa", sentenció.
 

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