Oscar Figueroa es un joven músico que desde hace más de dos décadas comparte su talento con los sanjuaninos y con el país en general. Formó parte de diversos grupos, pero sin dudas, su consagración fue con Inti Huama. Ahora trabaja para abrirse paso como solista, y mientras prepara el disco, con una colaboración muy especial, dialogó con Diario La Provincia.
“Estoy en la etapa de producción de algunas canciones propias y ajenas, de género folclórico, baladas, boleros, e incluso hay un tango dando vueltas por ahí. Lo vengo craneando desde noviembre del año pasado. Lleva su tiempo la búsqueda de canciones, sobre todo cuando son de autores sanjuaninos nuevos como es Lila Guzmán. Ella interpretó a Merceditas en la Fiesta del Sol del año pasado, y escribió “Claridad”, que es un tema muy lindo”, comenzó.
Todavía no está definido el nombre del disco, pero la idea es presentarlo antes de fin de año. “No apunto al aplauso fácil sino al poner a consideración estas canciones nuevas. La idea es que el disco tenga variedad, que podamos tocar fibras muy hondas y también incitar a algo más movido. Hay colores tradicionales, pero también algo de balada rock”, adelantó Figueroa.
Además de la incursión en estos nuevos temas y géneros, el álbum tendrá una participación especial. “Ya tengo en mi poder los crudos del Chaqueño Palavecino. Elegimos una canción muy sentimental, que por ahora vamos a mantener en secreto, pero es hermosa. Se grabó en el estudio Juan Ángel en Salta”, contó emocionado.
Su carrera
Como muchos grandes músicos, sus comienzos fueron casi. “Arranqué tocando la guitarra para un coro de la iglesia y cantando de forma amateur. A los 17 o 18 años formé mi primer grupo de folclore que se llamó Ampakama. Luego pasé por un dúo tradicional que se llamó Sentir Cuyano. Con ellos gané el Festival de la Tonada en Mendoza, y fuimos a Jesús María. Paralelamente apareció Pie de Palo, con los que hacíamos música más arreglada, con contrabajos, más instrumental. Por ese entonces también apareció Piano Bar con los que emigré a los géneros del rock, melódicos y hasta cuarteto”.
Si bien esos grupos generaron repercusión, también formó parte, en su trecho final, de un clásico provincial. “El proyecto de más envergadura fue Inti Huama con los que estuve unos 3 o 4 años. Tuve el privilegio de visitar todo el país, y de conocer a Oscar Palavicino. Él invitó al grupo de participar de las “Serenatas de Cafayate”, en Salta, y de ahí fuimos a una pequeña gira por Mendoza y La Rioja. Fuimos sus teloneros, y al cierre del recital nos invitaba a participar. A él le gusta mucho la música cuyana, admira mucho a Buenaventura Luna”, recordó Oscar.
Este año, el sanjuanino tuvo la oportunidad de mostrar otro talento. “Me invitaron junto a bailarines de todo el país a participar de la apertura de Jesús María, bailando el Pericón Nacional. Ahí lo volví a ver al Chaqueño. Él es una persona muy consecuente, es un gaucho de verdad. Sin ningún compromiso, siendo un artista consagrado, accedió a que nos viéramos y aproveché para contarle. Me ofreció que contara con él e incluso en el detrás de escena estuvimos compartiendo unas canciones”.
Su vida siempre ha estado ligada a la música, incluso desde pequeño ya que sus padres integraban elencos de radioteatro. Esto es precisamente algo que piensa legar, ya que para septiembre espera la llegada de su primer hijo. “Siempre me preguntan si se puede vivir de la música. Creo que la música no tiene por qué darnos nada. Nosotros tenemos que estar al servicio de ella. Pero tengo el orgullo de decir que sí, se puede”, sentenció.
