Lo que le impulse el corazón. Eso es lo que hará Diego Infante, un joven de 20 años que ya empieza a construir ese sueño del que tanto lucha desde niño: llegar alto con la danza. "Comencé folclore a los cuatro años por iniciativa de mi abuela. Ella me llevó a una academia y poco a poco sentí que me gustaba lo que hacía. Cuando llegué a la adolescencia me metí en el ballet contemporáneo y perfeccioné la técnica. Me di cuenta que me apasionaba mucho todo esto y fue algo que me llamaba la atención siempre. A partir de ahí lo empecé a ver como un objetivo a futuro”, señaló a Diario La Provincia Diego quien nunca dejó de bailar más allá de que pasó por varias academias para perfeccionarse.
La trayectoria de Diego incluye competitivos en el Festival Nacional de Malambo y de Cosquín, donde en este 2013 llegó junto a la delegación oficial local para el cuadro de la noche de San Juan en la plaza Próspero Molina. Además desde el 2009 es convocado todos los años para actuar en el elenco de danza de la Fiesta Nacional del Sol.
"Con los años fui madurando y me di cuenta en lo que me metía y me pregunté cómo lo podía seguir en un futuro. Lo mío no es un simple hobby y valoro la danza más que a la universidad. Estoy en segundo año de Turismo pero mi sueño es vivir de la danza”, confesó Diego quien ahora espera ansioso la audición que realizará el 22 y 23 de septiembre ya que lo que salga de ahí determinará si sigue o no en la facultad.
"La audición es algo clave para saber cómo sigue mi vida. Pero lo principal es el baile”, sentenció con gran seguridad. El jueves 15 de agosto, Diego fue elegido junto a la sanjuanina Sofía Usín, en una primera audición con el fin de formar un ballet estable nacional con bailarines de todo el país que estará dirigido por Iñaki Urlezaga.
Ahora se viene la segunda etapa, y la más clave, porque de 200 chicos elegidos en toda la Argentina, convocarán a 60 para que continúen, de los cuales 35 serán mujeres y 25 varones. "Aquel día lo viví con muchos nervios. Una sola vez tomé una audición y ahora era otra cosa. Tenía miedo que los nervios me jugaran en contra por lo que me estaban mirando. Pero al final de la clase me solté más y por suerte todo salió bien, tranqui. Eso sí, ni lo miraba a Iñaki por las dudas que me agarraran los nervios”, explicó Diego quien ese día terminó de realizar la prueba de danza y después de recibir el resultado tuvo que ir rapidísimo a la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de San Juan para rendir un parcial de la carrera de Turismo que cursa en dicha casa de altos estudios.
"Ahora lo primero que pienso es que me tengo que esforzar el doble o triple porque va a ir mucha gente del país. Tengo que entrenar para ganar. Hay que seguir para adelante. Si llego a entrar, sigo esta carrera dejando todo lo otro. Esto es lo que amo y quiero seguir creciendo junto a la danza”, finalizó el joven quien se define como un bailarín amateur.
