Mangas remangadas. Manos llenas de harina. Caritas con manchadas con masa. Y muchas pero muchas sonrisas. Ésa es la postal que predomina en la carpa del Cheff en el complejo del Centro Cultural Amadeo Conte Grand.
En el marco del primer festival para padres y niños denominado "Yo, juego", más de 160 chicos disfrutaron de la primera jornada libre de las vacaciones de invierno. El encuentro, en el lugar, arrancó a las 15.00 y contó con 70 chicos que hicieron sopaipillas con sus propias manos. Luego el número se repitió en la segunda tanda de cocineritos que empezó a las 18.00, después de disfrutar una rica chocolatada caliente.
"Está muy bueno todo esto. Mi hija siempre se quiere meter en la cocina para ayudarme y le doy algunas cosa para que haga pero no mucho. En cambio acá se siente protagonista. Es ella y la masa sobre la mesa", dijo entre risas Esther López, una mamá que fue con su nena de 12 años a la carpa y que esperaba a un costado de la mesa en una serie de sillas que se ubicaron exclusivamente para los padres.
