Bodega Graffigna

Vino y bodypainting, una perfecta combinación

En el museo, todos los fines de semana de las vacaciones se desarrollará una atractiva propuesta para los turistas. Hoy se inció y fue aplaudida por turistas de Córdoba y Santa Fe.
sábado, 13 de julio de 2013 16:41
sábado, 13 de julio de 2013 16:41

Es arte y el lugar encierra una mística inigualable. Cuando el público ingresa allí, se empapa de los puntos más característicos de las bodegas. Grandes toneles, gigantografías de parrales y pequeñas bodeguitas con las excelencias de la casa. En el centro del bar, una joven modelo es soporte de una pintura. No existe lienzo, su espalda es el lugar donde el pincel descubre cada rincón con la pintura.

El lugar es la Bodega Graffigna. La artista es Lily Munster, una sanjuanina que se dedica al dibujo, el tatuaje y la pintura desde hace más de una década. Su modelo es Gisela Gigantino, una santacruceña que estudia psicología pero que no duda en formar parte de esta experiencia en la que se conjugan diferentes expresiones.

"Se trabaja el vino con su etiqueta, como si fuera la naturaleza muerta pero con más vida. La naturaleza muerta es más aburrida y llega a ser poco atractiva. Por eso acá se apelan a colores más fuertes y atractivos", destacó Lily para quien el bodypainting es entendido como una técnica más fina que respeta a la mujer como modelo y su esencia. 

La conjugación del lugar, la modelo, la artista y su arte se concretará todos los sábados y domingos de julio, durante las vacaciones de invierno de 11 a 15. Mientras surge la creatividad quienes asistan pueden degustar los vinos de la casa y fotografiarse con distintos puntos del museo.

"Hoy que fue la primera jornada contó con muchos cordobeses y santa fesinos. Cuando ven cómo trabajo en vivo, el desarrollo lo viven como el backstage de una obra, como algo íntimo en el que se rompe la barrera del artista y su público. Luego los que llegan acá piden sacarse fotos con la obra terminada. La verdad que lo que se genera es muy bueno", señaló Lily.

 

La artista

Lily Munster comenzó a transitar el camino del arte en 1997. Por un tiempo estudió Arte y Dibujo publicitario pero siente que éste es un don que se debe explotar para crecer. Desde chica le gustó dibujar realismo y aunque las vueltas de la vida hicieron que se criara un tiempo en San Juan y otra en Buenos Aires, de cada lugar sacó lo mejor.

Actualmente es tatuadora y tiene una compañía que se llama Cuerpo Pintado SJ junto a cuatro personas más. Junto a ésta, ella desarrolla emprendimientos de todo tipo, especialmente publicitarios.

"El bodypainting se convirtió en un servicio publicitario sin perder la forma artística. Con esta técnica se puede tener ese lugar respetado de la modelo y se ve el producto de manera agardable", aclaró Lily quien trabaja con los diseñadores Álvarez-Basan.

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