domingo, 24 de noviembre de 2013
07:35
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Es talentosa y su potencial lo visualizó uno de los actores de comedia musical más reconocidos de la Argentina: Juan Rodó. Gabriela Moya es sanjuanina y se encuentra estudiando desde marzo de este año en la escuela que él dirige en Capital Federal. Hasta allí llegó con el fin de formarse en este arte pero sobre todo de adquirir las suficientes herramientas para lucirse en los escenarios de todo el país. Lo que nunca se imaginó fue que su talento fuera reconocido por Rodó quien la eligió como protagonista de Bella y Bestia, la obra que él dirige.
"A él lo considero un gran maestro y una persona excelente. No solo mejoré mucho con respecto a la técnica vocal, aunque todavía me falta mucho por crecer, sino que también desde la escuela te hacen sentir muy contenida, con mucha confianza. Es una persona que apoya mucho a sus alumnos", señaló a Diario La Provincia la joven sanjuanina de 21 años que vive en Buenos Aires desde febrero de este año.
Una parte de Bella y Bestia se presentó hace unos días en el Festival Colectivo de Teatro Musical que se desarrolló en Buenos Aires. Pero la obra completa será presentada en la muestra de fin de año que organiza Rodó en Capital Federal.
"Eso fue una experiencia hermosa y la verdad que estoy muy contenta de haber sido elegida como el personaje protagonico. Pasé muchos nervios, porque era mi primer escenario en Buenos Aires. Sentí una mezcla de nervios, ansiedad y felicidad", expresó la joven actriz quien no sabe si se quedaría a vivir en Buenos Aires toda su vida pero si está segura que le quedan varios años de formación.
Gabriela tuvo la oportunidad de presentar en San Juan un par de trabajos junto al elenco Clann de la mano de Pablo Flores. Una de las que más valora de su trayectoria es "Dracula, siglo XXI" que fue la primera obra que hice de manera profesional. "Fue un gran inicio para mi porque interprete el personaje de Lucy y fue un gran desafío. Descubrí que podía dar más de lo que yo misma creía y me motivó a seguir apostando por esto que tanto me apasiona", confesó.
Cada puesta en escena tuvo para ella un gran valor porque significó subir un escalón dentro del proceso de crecimiento. "La Sirenita, de la cual fui la protagonista también es muy importante y valoro mucho porque la estrenamos en febrero de este año y al otro día me vine a Buenos Aires. Fue muy fuerte la función, era mi despedida de mi familia, de mis amigos y de mi provincia", recordó con nostalgia.
Además, aparte de comedia musical, Gabriela está estudiando Dirección Escénica en el IUNA, Instituto Universitario Nacional del Arte, donde ya piensa hacer la carrera de profesorado de canto.
"Mi sueño y para lo que trabajo cada día de mi vida es poder ser una artista completa y sería genial llegar a estar en calle Corrientes por supuesto. La comedia musical, y las tres disciplinas que encierra son mi libertad. Es algo muy fuerte lo que me pasa con cada una, son formas de abrir el alma y crear. Me parece hermoso como un movimiento o una nota pueden expresar emociones que atraviesan un alma para llegar a otra, es como una conversación que transita por otro lado, más allá de las palabras", finalizó la sanjuanina.