Tamara Trigo tiene 14 años y un gran sentido de realidad. De un presente que tiene sus altibajos y luchas y en el que la fe y la esperanza son el gran sostén de la familia. Su sueño: tener la fiesta de 15 años en la que su papá, en silla de ruedas tras sufrir un serio accidente, prometió bailar con ella.
Su familia, unida en las malas y en las buenas, planificaba una y otra vez cómo realizar la fiesta pero la situación económica y la débil salud de Mario Trigo iban apagando las esperanzas. Sin embargo, una publicación en un portal Web logró lo que era imposible para ellos y ahora, Tamara está a días de tener su gran fiesta.
Emocionados por la solidaridad de la gente que anónimamente sumó su granito de arena, contaron a Diario La Provincia su historia. "Mario tuvo un gran accidente hace 7 siete años cuando trabajaba en el Centro Cívico. Se apoyó en una baranda de escaleras que estaba floja y cayó desde el 5° piso. Estuvo muy grave y los médicos no le daban las mejores expectativas a mi hermana Romina. Pero los días pasaron y él se fue recuperando, con el amor de la familia y la fe", contó Gabriela Rodríguez, tía de Tamara a Diario La Provincia.
Siguieron 2 años y cuatro meses de lucha de Mario para pasar de Terapia Intensiva a Intermedia y después a rehabilitación. Durante gran parte de ese período, Tamara y su hermano Gabriel no pudieron ver a su papá por indicaciones médicas. "Lo que mantuvo con vida a Mario fue el amor por sus hijos, su esposa y el resto de la familia. El reencuentro con los chicos fue emocionante. A pesar del tiempo, el dolor y las lágrimas, parecía que sólo habían pasado un día sin verse", recordó.
Como consecuencia del accidente, Mario sufre convulsiones por epilepsia e infecciones urinarias recurrentes que derivan en internaciones que generan miedo en todos. Por estar en silla de ruedas se le presentan escaras y su espalda está jorobada, afectando la respiración. Más allá de todo eso, su fuerza de voluntad lo impulsa siempre adelante. "Cuando él estaba internado, mi mamá nos decía que tuviéramos presente la frase: "esto también pasará". Y él demuestra que se puede salir de las peores condiciones y disfrutar la vida", comentó la joven.
Tras ello, hubo que volver a empezar. Mario compró una pochoclera y el ingreso familiar proviene desde entonces de fabricar pochoclos que Tamara y su hermano venden cada día, tras hacer recorridos en bicicleta. También van a las escuelas y participan de ferias y exposiciones. Todo para llevar el pan a su mesa junto a Romina, que es empleada doméstica.
"Tamara es una niña que colabora siempre, honesta, sencilla. No pide nada a cambio; sabe muy bien que lo importante es sumar y también sabe que hay días buenos y otros no tanto en las ventas. Mi familia hace algodones de azúcar y nos complementamos para salir adelante. Un paso a la vez", afirma Gabriela.
Por eso era tan difícil pensar en una fiesta de 15 años; a lo sumo podrían llegar a una cena familiar y para eso, Mario puso en venta en un portal Web una silla de ruedas que no usaba junto a otros materiales como pañales y gasas. Una persona que vio esa publicación se interesó por saber por qué hacía esa oferta y así, no dudó en llevar su historia a un grupo de amigos solidarios.
Lo que vino después, sólo lo explica el amor al otro. "Pato Rossomando vino a nuestra casa y nos dijo que podía ayudarnos a realizar la fiesta para Tamara. No podíamos creer cuando vimos en Facebook que en cuestión de dos horas ya teníamos salón, sonido, iluminación, fotógrafo y donaciones para la comida de la cena. Cuando Tamara vio los comentarios, no paraba de llorar de la emoción. No pudo dormir en la noche y no podemos explicar el gran agradecimiento que sentimos con todos los que colaboran", agregó emocionada.
Tamara tendrá su fiesta y Mario bailará con ella, como se lo prometió. Sólo faltan donaciones de bebidas y algunos insumos para la cena que preparará Federico Castro. Porque así debía ser, el sueño de una chica será realidad gracias a la ayuda de los sanjuaninos. Quienes quieran colaborar pueden comunicarse al 264- 4474749.
"Este es un sueño cumplido; una ilusión de años que se realiza. No hay palabras que alcancen para agradecer", expresó Gabriela en nombre de Tamara y su familia.
