Un joven lustrabotas sanjuanino encontró dinero escondido en un calzado y lo devolvió

Tiene 20 años y hace tres trabaja en "Don Cáceres", el local de venta de quiniela y lustrabotas que queda a una cuadra de la plaza 25 de Mayo. Precisamente allí, Gonzalo Mercado vivió una situación que lo puso a prueba en su honestidad. El secretario de un juez federal, que es cliente del lugar, le llevó una par de botas para que las lustrara y "dejara como nueva". Pero grande fue su sorpresa cuando comenzó a trabajar sobre éstas.

 

"El señor me pidió que lustrara las botas. Me puse a lustrar una y cuando metí la mano en la otra encontré 100 pesos. Luego vi que habían muchos más billetes de 100 pesos adentro. Cuando terminé de lustrar se las llevé al Juzgado porque quería devolvérselas en la mano", explicó el joven a Diario La Provincia destacando que el hecho sucedió el pasado miércoles en la mañana.

 

Gonzalo contó que las botas eran de la mujer del reconocido juez federal de la provincia. Si bien hace tres años que trabaja ahí, nunca tuvo la oportunidad de hablar con él pero sí ha sentido su nombre varias veces. Sin embargo eso no fue el motivo por el que quiso devolver el dinero. "En mi casa me enseñaron que lo que no es mio tengo que devolverlo. Mi mamá y mi papá siempre me lo dijeron y hasta el día de la fecha me dicen lo mismo. Y esta semana, al principio se lo di al patrón y él me dijo que se lo llevara yo y se lo diera en la mano", detalló Gonzalo que vive en el barrio Costanera en Chimbas.

El joven llegó hasta el juzgado y pidió hablar con el juez federal pero lo atendió la secretaria y le dijo que "estaba muy ocupado". En su lugar apareció su asistente que recibió las botas y el dinero en otro envase. 

 

"Luego me agradeció y me dio 100 pesos de recompensa que lo repartí con mi primo que me ayuda lustrando. Lo repartí mitad y mitad", contó sobre el otro gesto que lo destaca y que muestra su perfil no solo honesto sino también solidario . 

Gonzalo es, además de lustrabotas, jugador de fútbol en el equipo de Villa Obrera y sueña con poder crecer como profesional. "Hace dos años le dije a mi papá que quería probar con el fútbol, me dijo que bueno pero sino me iba bien me dijo que volviera a estudiar", contó el chico que confía en poder ser un gran deportista.