lunes, 24 de abril de 2017
07:37
La situación llegó a su límite y, en buenos términos, se dio el final menos deseado. Roberto Palacio es calingastino, padece ELA y tuvo que dejar la vivienda que ocupaba en Villa Mariano Moreno, en Chimbas. Sin lugar donde ir, pasó la noche en la calle junto a su esposa y sus tres hijos, entre ellos dos menores de edad.
Su hermana Emilce contó a Diario La Provincia la situación desesperante. "Pasaron la noche sin techo, con frío y muy nerviosos. Sus muebles están entre la vereda y la calle. Necesitan una solución urgente porque por su enfermedad él no puede estar expuesto de esa manera. Muchos se comprometieron a ayudarlo con una vivienda pero hace dos años que nadie les da una solución concreta".
Desde las 7 de la mañana, sus vecinos se solidarizaron y empezaron a prender gomas en la calle para reclamar una solución urgente.
Roberto se desempeñaba como empleado municipal cuando descubrieron su enfermedad. A partir de ahí, la vida de toda la familia cambió radicalmente. Su hijo, que en aquel momento tenía 16 años, debió dejar los estudios para trabajar haciendo changas y actualmente está desempleado, y el único sustento económico de la familia son dos pensiones, una perteneciente a la menor de las hijas y la otra que Roberto percibe hace un mes.
La historia
Hace casi tres años, Roberto Palacio, su esposa María Cataldo y sus tres hijos abandonaron su amado Calingasta para vivir en Chimbas. El cambio de su vida lo tuvo que realizar a partir de que los médicos le diagnosticaron Esclerosis Lateral Amiotrófica (abreviadamente, ELA), la enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular, que hace un par de años movilizó a todo el país en una movida solidaria.
El padre de familia necesitaba con suma urgencia conseguir una vivienda ya sea a préstamo o alquilarla a una precio razonable y accesible. Y es que la casa ubicada en la Villa Marino Moreno, donde viven fue prestada por el plazo de unos cinco o seis meses hasta que le entregarán una vivienda pero aún no hay novedades de una rápida solución al pedido y su propietaria les pidió desocupar el lugar.
"Hace más de dos años estamos luchando para tener una casa digna en la que Roberto viva tranquilo mi marido y no estemos yendo y viniendo con los muebles y con él en la silla de ruedas porque se deprime” expresó su esposa a Diario La Provincia.
La mujer contó que los trámites para tener una vivienda comenzaron en la gestión del ex ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina. En aquel momento una asistente social fue a su casa y vio las condiciones en las que estaban. Después le donaron una heladera, una silla y mercadería y le dijeron dijo que le iban a gestionarnos una vivienda pero no hubo ninguna respuesta en el pedido.
Hasta ahora quien tomó el compromiso de ayudar a Roberto y familia es Jorge Castañeda, intendente del departamento del cual son oriundos. "Él se ofreció a pagar el alquiler hasta que me dieran la solución de la vivienda, siempre que necesitamos algo nos ayudó bastante. Me dijo que buscara alquiler y que podía ayudarnos a pagarlo aunque lo que necesitamos básicamente es que nos den una casa digna para que podamos estar tranquilos”, dijo
Por su parte, Desarrollo Humano ayudó a la mujer de la casa con un horno, la harina y uno que otro insumo para que amase y pueda salir a vender pan y semitas. "Con el dinero de las pensiones más lo que vendo, solucionamos no todo pero algo”, señaló. Las dos hijas más chicas del matrimonio siguen estudiando mientras que el varón está buscando trabajo. La segunda de los cuatro hijo (17) ya formó su familia y se fue de la casa. Mientras que el de 11 y 9 años se dedican a estudiar y mantener el ritmo escolar.
Roberto no tiene movilidad en las manos, está consciente, charla poco al igual que sus movimiento de piernas son escasos, está en una silla de ruedas. Necesita una vivienda digna para estar con su familia. "Si nos prestan una casa no nos molestaría que sea en el lugar que sea pero necesitas una solución urgente”, alegó Maria Cataldo, esposa de Roberto Palacio.
