Historia

Recibió la médula de su hermano y ahora lucha contra la leucemia en condiciones muy precarias

Tiene apenas 5 años, y lleva más de 3 en continuo tratamiento. Su hermano le donó médula ósea pero su cuerpo ha rechazado tres veces la donación porque su sistema inmune no resiste.
lunes, 24 de abril de 2017 00:00
lunes, 24 de abril de 2017 00:00
Nazareno Illanes tiene 5 años, y al año y ocho meses le diagnosticaron leucemia lifoblástica aguda tipo b.  Su vida ha sido un constante ir y venir entre distintos hospitales. Hace ocho meses fue trasplantado de médula ósea, que le donó su medio hermano por parte del papá. Pese a que ha seguido todos los tratamientos no logra mejorarse y los médicos creen que en parte es por las malas condiciones en las que vive.
 
"Hace un mes tuvo una nueva recaída en el sistema central neurológico. Ya antes del trasplante tuvo cuatro recaídas. Lo evaluaron los médicos de acá y los que le hicieron es trasplante en el Garrahan. Actualmente le están realizando quimioterapia una vez por semana, así que está neutropénico, lo que significa que no tiene glóbulos blancos, está sin defensas. Le están haciendo trasfusiones. Por ahora la médula está bien, pero las dos últimas quimioterapias han venido fallando y en vez de haber menos células malas, hay más. El viernes le pregunté al médico y me dijo que no hay otra que seguir con la quimioterapia hasta matar todas las células malas", contó a Diario La Provincia Paola Castro, su mamá.

Paola es madre soltera, y trabaja en todo lo que puede para darle lo mejor a sus tres hijos, pero no le es suficiente. "Lo único que pido es una casa digna, porque he hecho todo tipo de trámite y vivo en una casa de adobe de prestado. La vivienda tiene todo lo que le hace mal a él. Cuando le hicieron el trasplante los médicos me hicieron una lista con las reglas para que pudiese mejorarse, y no tenía que vivir en una casa de adobe, ni de caña, ni que hubiese tierra. Básicamente tengo todo lo que no le conviene a su salud y ya ha generado tres rechazos del trasplante", agregó.

Aunque tiene la ayuda de una expareja, y trabaja vendiendo artículos de limpieza, no logra conseguir un lugar apropiado para su hijo. Según contó, la médula de Nazareno recién empezó a fortalecerse al año del trasplante. "Imagínese que él ni siquiera puede entrar al baño porque es de cemento y tiene hongos. Así que tiene una pelelita en su habitación para que pueda hacer sus necesidades. Lo baño en un fuentón, porque todas esas bacterias son mortales para él", explicó con un hilo de voz.

A pesar de todo esto, la madre es una persona muy agradecida y no deja pasar la oportunidad para reconocer a quienes son sus pilares en este camino. Es que ella trata de darle lo mejor a sus tres chicos con la ayuda del padre de los niños más grandes. Sin embargo, su mayor agradecimiento va hacia FundaME porque le paga los remedios y hasta una biopsia que no se hace en el hospital. "Estoy muy agradecida porque me dan hasta los barbijos" subrayó.

"Después de toda esta lucha, mi hijo se merece vivir bien", finalizó.
 

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