Felicidades

Lautaro, tras la "milagrosa" recuperación fue dado de alta

Lautaro Jofré tiene 5 años de edad y este martes fue dado de alta tras una evolución milagrosa tras ser diagnosticado de leucemia y estar al borde de la muerte. Su familia asegura que los rezos al Cura Brochero lo salvaron.
martes, 28 de marzo de 2017 14:00
martes, 28 de marzo de 2017 14:00

Están felices. La alegría los supera y no pueden creer que ya van saliendo de ese "infierno" que vivieron. Lautaro Jofré volvió este martes a su casa después de recibir el alta médica en el Hospital de Niños. Allí el pequeño de 5 años pasó más de un mes y medio internado luchando por su vida con un diagnóstico que fue desde una apendicitis hasta una leucemia. Hoy al niño le dieron todos los estudios bien y ahora debe recuperar fuerza en su hogar, con todos sus seres queridos.

"De los últimos estudios de la médula no le ha salido nada, todo salió negativo al igual que lo de la tomografía. Ya está en su casa, no tiene un diagnóstico definido porque todo le ha salido bien", explicó a Diario La Provincia, Rubén Jofré, papá de Lautaro. Según informó, ahora le han hecho nuevos análisis que han sido enviados a Buenos Aires para saber qué pasó con su salud.

"Esta bien tiene que seguir su recuperación", indicó el padre después de que el pequeño llegara hasta su casa y se reencontrara con su hermana quien lo esperaba ansiosa. El pequeño volvió a su hogar entusiasmado y si bien debe hacer reposo, de a poco va recuperando la vida normal.

El caso

Lautaro tiene cinco años de edad, este año iba a empezar el jardín de infantes pero algo perturbó su salud. Los médicos le dieron cinco días de vida, en ese periodo tuvo una falla multiorgánica y lo único que funcionaba era su corazón, pero cada vez más lento. Les pidieron que prepararan todo para su muerte, sin embargo al sexto día, repuntó y comenzó a mostrar una mejoría increíble. Sobre su cuerpo, había una estampita del Cura Brochero y las oraciones fueron intensas en todo momento. Ahora todos hablan de un "milagro" en el Hospital Rawson.
 
Lautaro Jofré comenzó con problemas de gastroenteritis a principios de febrero pasado. Lo medicaron pero iba en desmejoría día a día, de hora en hora. Luego le diagnosticaron apendicitis pero los análisis indicaron que además tenía los glóbulos blancos muy bajos, "por el piso". Tenía 563 cuando lo normal es de 4 mil a 15 mil. Con este escenario, el niño terminó internado en el Hospital Rawson, donde "la atención fue excelente".
 
 
 

"Empezó con dolor de apéndice y tenía las defensas bajas por eso los médicos no podían hacerle nada, no podían llevarlo a la operación hasta que le agarró la peritonitis. Ahí tuvo infección y se vino abajo. El jefe de pediatría nos dijo que había que esperar. Fue muy difícil", contó el papá de Lautaro, Rubén Jofré. 

Con los ojos cristalizados, conteniendo las lágrimas, el padre del pequeño narró que el estado de su hijo era muy grave, de extrema palidez. Lo empiezan a estudiar para compensarlo pero cada vez estaba peor, un hematólogo le pidió estudios más profundos y un domingo a la medianoche los cirujanos decidieron pasarlo al quirófano para operarlo por apendicitis. Eso le permitió bajar la altísima fiebre que tenía y si bien había salido muy bien de la intervención, con el correr de los días volvió a caer a pesar de que estaba en terapia intensiva.

Dejó de respirar por sus propios medios, lo tuvieron que entubar, y para colmo volvió la infección. Los médicos esta vez le diagnosticaron aplasia medular (la médula no genera glóbulos blancos) y para salir era necesario un trasplante pero tenía que salir de un fallo multiorgánico.

"Tenía las defensas bajas y nos dijo que teníamos que esperar porque no reaccionaba. Creíamos que tenía leucemia. Le hicieron los estudios y salía que tenía cáncer, luego nos dijeron que tenía un virus y se nos vino todo encima. Fue algo muy feo para pasar, terrible", dijo el papá ya sin poder contener las lágrimas. "Fue mucha fe, mucho rezo y así fue saliendo", agregó al momento de recordar que los médicos le diagnosticaron un virus de quirófano que es mortal: la pseudomona. El virus dura, alrededor de, cinco días en el organismo y comúnmente pasa por todos los órganos hasta llegar al corazón y pararlo.

"Fue muy difícil. Traje la estampita del Cura Brochero al igual que hizo la mamá y fue muy milagroso. Al pasar los días, teníamos toda la fe encima y esperanza. El virus que se agarró muy fuerte del cuerpo de Lautaro. El médico nos dijo que para que saliera adelante necesitaba un milagro y fue un milagro de Dios, con mucha fe y esperanza lo que lo sacó. Gracias a Dios", contó el papá.


Comentarios