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"Sueños de Libertad: el Cruce de los Andes", brilló en el autódromo en una noche mágica

Con pasajes emocionantes, un gran despliegue artístico y mucho trabajo, el espectáculo final llegó a los corazones de los sanjuaninos.
domingo, 26 de febrero de 2017 23:21
domingo, 26 de febrero de 2017 23:21
Cuando el reloj marcó las 22, el espectáculo "Sueños de Libertad: el Cruce de los Andes" subió a escena. Las montañas se pintaron con mapping que mostraban cadenas entrecruzadas simbolizando la opresión. El gran espectáculo atrapó al público desde el primer momento.
 
 

El general San Martín en su vejez, en la piel de Benjamín Kuchen, apareció segundos después sentado. Su hija Merceditas es sorprendida por él quien luego le cuenta que en aquel sillón no estaba durmiendo sino "recordando" sus hazañas. Precisamente a partir de esos recuerdos viaja en el tiempo y lleva a las miles de almas presentes a viajar con él en sus memorias. En sus recuerdos aparece el General O´Higgins y posteriormente los hermanos Carreras, en el marco de una boda, y con decenas de bailarines disfrutando de la celebración.
 
Y entre medio de todos, en esta fiesta, apareció San Martín joven, interpretado por Guillermo Kuchen. Allí comienza a gestarse lo que fue la posterior guerra, con la firma del acta de la libertad. San Martín vestido con su clásico uniforme, recibe el sable corvo.
 
 
  
Juan Martín de Pueyrredón y los granaderos del Ejército Argentino aparecieron para anunciarle a San Martín que no tenían recursos para brindarle al Gral en su gesta libertadora. 

"Se hace necesario y hasta obligatorio el uso de las armas, pero eso no basta, debemos poner corazón y espíritu. Todos los que quieran luchar por la libertad, se podrán sumar al ejército. Juntos lo lograremos", convenció San Martín al pueblo. Luego se ve cómo gauchos, hombres de campo, se entrenan para formar parte de la milicia sanmartiniana.
 
 

Pero la trama no muestra toda la frialdad y dureza de la pre-guerra y guerra. También se pudo ver el amor que atravesó la vida del General. Precisamente el convento de San Agustín, fue el lugar donde aparece en escena Remedios donde habla con Fray Justo Santa María de Oro para pedirle ayuda porque su amor está por ir a la guerra. "Padre, no tengo paz, ahora que se acerca la partida del ejército, tengo miedo. Si a mi esposo le pasa algo, no sé cómo seguir", manifestó la madre de Merceditas.
 
El amor llegó al escenario de la mano de Remedios y San Martín con un diálogo romántico, y el vuelo de los protagonistas por sobre todo el escenario principal hizo "estallar" al público en un grito efusivo. Además, las pulseras del público comenzaron a brillar para formar parte del cielo.
  
 

Toda la puesta en escena estuvo fortalecida con un equipo de más de cien bailarines que mostraron su talento en escena de manera coordinada y cubriendo cada rincón bajo un manto de mucho color. Las mujeres reuniendo los alimentos y confeccionando la bandera argentina; y los hombres preparados para la guerra haciendo pasos de malambo hicieron gritar al público de emoción. 
 

En este momento se despeja el escenario, y se juntan el San Martín viejo con el joven.
 
 

Llega a escena Manuel Belgrano, con su apoyo vital para el general.
 
 
  
La fe estuvo de la mano de la Virgen del Carmen, imagen que acompañó a las filas del general en su gesta.
 
 
  
San Martín recibe a su ejército en seis partes y les da las indicaciones de cómo proceder. El padre Fray Justo les da la bendición y parten las columnas.

Con impactantes imágenes montañosas comienza el paso de los soldados a través de los Andes. Con danza aérea aparece la figura del cóndor como estandarte de esta pelea.
 
"Seamos libres, que lo demás no importa nada", la clásica frase que da comienzo a la batalla con la que finalmente se libera a Chile. Tras la estrategia de San Martín, el ejército logra atrapar por  todos los frentes a los españoles.
 
 
  
Finalmente, el San Martín anciano, se reúne junto a su hija y camina entre los cuerpos de los militares caídos, hasta la figura del San Martín joven que comienza a elevarse. Mientras tanto, una bandera celeste y blanca comienza a recorrer por encima del autódromo con un espectáculo aéreo. 
 


La noche cerró con una lluvia de fuegos artificiales pintando la montaña.
 


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