Historia

La mujer que avisó que la Virgen lloró otra vez: “Soy una regalona de Dios”

Alicia trabaja desde hace casi 20 años en la secretaria parroquial y tuvo el privilegio de ser la primera persona que vio que la imagen tenía lágrimas en el rostro.
sábado, 24 de septiembre de 2016 00:00
sábado, 24 de septiembre de 2016 00:00
"Salí corriendo a buscar al Padre que estaba conversando con uno de los administradores del colegio y no sabía si interrumpirlo. Tenía una ansiedad terrible, me paré a su lado y lo llame. Le dije venga Padre, venga y vea. Él me preguntó que pasaba y no podía explicarle  lo que sucedía, venga y vea le repetía. Cuando entró y la vio dijo: `Ave María Purísima´. Se quedó helado y no sabíamos que hacer”. Con estas palabras Alicia Fuentes contaba el momento preciso en el que avisó al Padre Alfredo Ariza que la imagen de la Virgen de Fátima había llorado esa noche del 8 de septiembre cuando se conmemoraba el natalicio de la Virgen María.

La primera vez que presuntamente lloró la imagen de la Virgen de Fátima, aquel 13 de mayo, en el Jardin de Infantes Dulce Corazón de María,  Alicia no pudo ver la imagen y se quedó con curiosidad de verla. Fue así como se acercó para "sacarse una selfie con la Virgen” y cuando las alumbró  el flash, se percató de lo que había sucedido. "Le vi en la cara todas las lágrimas como si estuviese llorando. No sabía qué hacer, si reír, llorar, gritar, tenía una mezcla de cosas. Me sorprendió porque la estuve viendo mientras iba y venía, la veía a la imagen de lejos y por ahí hablaba un poco con ella y le preguntaba qué es lo que está pasando”, expresó a Diario La Provincia. La mujer contó que se quedó "helada” cuando vio la Virgen porque se cuestionaba mucho por qué había sucedido esta manifestación, aquel 13 de mayo cuando se produjo por primera vez.

Alicia trabaja desde hace casi veinte años en la Secretaria de la Parroquia Nuestra Señora de Andacollo. Está casada con Silvio González con quien tiene tres hijas: Romina (9), Dayana (7) y Melani (5).  Se autodefine como un poco dura para creer en estos signos, trata de buscarle una explicación natural y que espera la resolución de la Iglesia con respecto al suceso. Reconoce que en los últimos años su fe fue flaqueando de a poco pero que en los momentos más difíciles  Dios ni la Virgen la abandonaron”.

"Siempre me consideré una regalona de Dios. Cuando pase por un momento difícil, me avoque a la oración y siempre me contestó. Cuando le descubrieron a mi papá cáncer de pulmón y los médicos nos decían que no había esperanza, nos avocamos todos a la oración. Veinte días después, se realizó nuevos estudios y no tenía nada. Los médicos no podían creer lo que pasó y mejoró, pudimos disfrutarlo seis meses más hasta que falleció en marzo de este año”, relató.  

Desde ese día, su madre entró en una grave depresión por varios meses, fue ahí que al verla así comenzó a desesperarse e iba perdiendo poco a poco su fe. Alicia comentó que no sabía cómo sacarla de ese pozo a su madre y comenzó a levantarla haciendo hincapié en su fe católica.  Hasta que hace un mes después de un viaje a la Virgen de Los Tres Cerritos, que salió de improviso, regresó con más fuerzas para seguir adelante. "Este viaje fue providencial y fue la Virgen la que hizo esto. La Virgen la ayudo a ella a salir adelante y a mí a volver en mi fe. La madre busca a sus hijos y no hay nada que hacer más que agradecer. Siempre Dios me ha cumplido cuando le pedí algo, no puedo olvidarme de eso y por eso siempre digo que soy una regalona de Dios. Cuando estuve en los pozos más profundos de alguna forma y casi de los pelos por así decirlo, me trajo de vuelta a la fe. Hasta ese día debo haber estado en ese pozo y por eso me trajo de vuelta a la fe”, alegó Alicia.

Comentarios