El pasado 19 de octubre, Lorena Martínez murió atropellada por un colectivo de la línea 16 de la empresa Mayo. Ella se movilizaba en su moto y estaba llegando a la casa de un familiar cuando recibió el impacto por calle Aberastain entre 15 y 16. Tenía 41 años y era madre de siete hijos.
"La imprudencia fue del colectivero porque no la vio. En ese transcurso iba hablando con una chica. Se lavaron las manos y desde esa desgracia la familia quedó marcada por algunos colectiveros de la línea 16 y más con mi mamá", contó a Diario La Provincia, la hermana de la víctima, Paola Martínez.
Según relató Paola, su mamá Rosa, sufre de una discapacidad total llamada ictiosis laminar múltiple por lo que su piel es "extremadamente seca". "No puede agarrarse bien, ni afirmarse y es por esa razón que ella viaja con un pase de discapacidad. En el día de ayer (miércoles 27 de julio) sobre las 17.35 fue maltratada por un chofer de la línea 16 interno 42 con el nombre de Marcelo, quien la quería obligar a descender por la puerta trasera siendo que mi mamá iba sentada en el primer asiento de prioridad de discapacitados", narró Paola sumamente indignada por los momentos que debió atravesar su madre.
"Al no hacerle caso mi mamá, le dijo que iba a parar donde a él se le diera la gana y la dejó varias cuadras de donde ella quería bajarse. Al bajar se cayó en la orilla de la calle golpeándose la mano y la rodilla", agregó.
El accidente ocurrió en las inmediaciones donde murió su hija, Lorena, sobre Aberastain entre 15 y 16, La Rinconada, Pocito. "Son dos los choferes en esa línea que son unos mal educados, andan como locos frenan de golpe y no les interesa que vaya gente parada para acelerar y frenar de golpe. Esto da mucha indignación. Después de que ocurrió lo de mi hermana transitaban con cuidado pero ahora todo sigue igual. Espero que se controle a ese chofer", finalizó Paola.
