Con el ejemplo

Monseñor Lona, un sembrador en todos los terrenos

Monseñor Lona es un obispo muy querido en el sector agropecuario. Por él, el Laboratorio del Instituto Semillero que fue inaugurado hoy lleva su nombre. Pero su trabajo va más allá de éste y "siembra" su ejemplo y palabra en todo Cuyo.
martes, 30 de septiembre de 2014 12:02
martes, 30 de septiembre de 2014 12:02
Por: Ivan Grgic para Diario La Provincia SJ
 
Desde septiembre comenzó a funcionar en Iglesia un moderno sistema de riego por goteo, auspiciado por el Programa de Sustentabilidad de Barrick y gestionado por la Cooperativa de Semilleros del lugar. Sus miembros se sienten orgullosos por este logro, que pasó anteriormente por otro hito exitoso como fue proveer el 90% de semillas de lechuga para el ProHuerta del INTA y cuyos inicios se remontan a los ’70, con el apoyo del Ingeniero agrónomo Jorge Luis Lona, hoy obispo de la iglesia católica. Ese origen de la Cooperativa iglesiana remite a FeCoAgro (Federación de Cooperativa Agropecuarias Santa Lucía) con más de 40 productos agroindustriales y artesanales y casi 600 socios de 28 cooperativas, también nacida bajo el amparo de él.
 
Si bien Lona nació en Buenos Aires en noviembre de 1935, llegó a San Juan a mediados de los ’60 para afincarse íntegramente. Fue el tiempo en que se hizo cargo del INTA local con sede en Pocito, continuando con la tarea del ingeniero agrónomo Crnko. Fueron tiempos de oro en la horticultura local que contaba también con el ingeniero Acosta, cuyo hijo hoy asesora todos los proyectos productivos apoyados por la minera canadiense en Jáchal e Iglesia.
 
Ese camino de trabajo arduo tuvo su momento impactante cuando anunciaba a comienzos de 1973 que se iría a Rosario. No era otro destino del INTA: se disponía a pasar de la siembra de hortalizas a sembrar la Palabra de Dios. Un cambio interior debido al descubrimiento del llamado divino tuvo también en el ejemplo de su hermano Horacio un aliciente para no estimarlo como como algo alocado. Horacio llevaba más de 10 años con los Salesianos y le mostraba un estilo de vida que también lo podría realizar personalmente. De hecho, ese hermano menor llegó a ser un referente mundial en estudios bíblicos y teológicos, enseñando en Alemania.
 
Jorge se ordenó sacerdote en diciembre de 1979 y a los pocos días continuó su siembra en Angaco. Sus habitantes y sus amigos del Movimiento de Cursillos de Cristiandad recuerdan con humor la llegada de este novel sacerdote de 45 años que no olvidaba su agronomía y su mirada social hacia la vida cotidiana de la gente. Cuentan que "el Padre Lona sabía que esa tierra tan salitrosa le venía bien el plantío de acelga. Bastaba acercarse a los jardines parroquiales para cortar gratuitamente las hojas para llevarla a los hogares o a los retiros de los cursillistas”. Fueron tiempos para que los angaqueros a dejar de mirar sólo el salitre de sus tierras y descubrir su potencia para dar frutos.
 
Sus pasos por las iglesias de Luján, de La Merced o la Catedral le obtuvieron nuevas oportunidades de cultivo en mujeres y varones con quienes sostuvo servicios mancomunados de tareas eclesiásticas y de fuerte compromiso social. Acción Católica o Cursillos de Cristiandad, la Educación y la Pastoral Social junto a Monseñor Di Stéfano lo atesoraron como su sembrador preferencial, mostrando su firmeza para los tópicos coyunturales como el divorcio, la Ley Federal de Educación y otros tantos que supieron de este hombre cuya sabiduría e inteligencia ya habían traspasado la excelencia en agronomía para aplicarse en la excelencia teológica.
 
Llegaría el 2000 y, con la llegada del nuevo milenio, llegaría también para él una novedad: cultivar en los pagos puntanos como sucesor de Monseñor Laise. Así, luego de ser ordenado obispo, asumió formalmente el 6 de junio de 2001. La altura teológica, la laboriosidad incansable en la actividad social junto a los laicos, la disputa contra la hegemonía política local y contra algunas propuestas de educación sexual o igualdad de derechos, marcaron sus pasos por la vecina provincia guiado por el lema: "Realizando la Verdad en la caridad”. 
 
Su presencia como obispo de San Luis se extendió hasta los 75 años y en febrero de 201 se trasladó a Mendoza como obispo emérito para vivir cercano a sus familiares, y continuando tareas en la Conferencia Episcopal Argentina como delegado regional de Cuyo o ayudando a la evangelización de la zona. "Es un balance feliz – afirmó por esos días - aquí viví grandes angustias, preocupaciones y tristezas, pero también enormes alegrías. He visto gente aceptar con fe la partida de alguien cercano, aceptar con felicidad la llegada de un hijo con Síndrome de Down, recibirlo como lo que es, una bendición de Dios. Eso lo hace la fe y aquí se la puede ver en su gente", subrayó. "Me llevaré de aquí su clima hermoso, su verde, sus paisajes, la gente amiga. Sólo les pido que no pierdan la confianza en Dios, él es todopoderoso, todo lo puede".
 
Los laicos sanjuaninos no han olvidado a su amigo "el padre Lona” y mucho menos sus discípulos hortícolas. Además de la Biblioteca "Presbítero Ingeniero Agrónomo Jorge Luis Lona” de la Estación Experimental Agropecuaria San Juan – INTA, cuando se inaugure próximamente la I Etapa del Laboratorio del Instituto Semillero (Insemi) dependiente del Prosap (Programa de Servicios Agrícolas Provinciales) el nombre de este interminable hombre de tierra llegará a sus puertas: "Obispo Ingeniero Agrónomo Jorge Luis Lona” será el nombre del laboratorio, convirtiéndose en una nueva distinción de quienes reconocen que los límites siempre superables de genética semillera al servicio del hombre comenzó en los tiempos de Lona. 
 
En agosto pasado se lo vio en estos pagos despidiendo a una antigua y querida amiga suya que falleció. Su tono simple, su claridad conceptual, su búsqueda de grandeza y heroísmo, su cariño fraterno para con todos destacaron esas horas por San Juan. Quienes lo conocen personalmente  saben que siempre fue así: en San Juan, San Luis o Mendoza, en las tierras tangibles o en espirituales, entre los humildes de Angaco o los ritos solemnes del Vaticano, este obispo ingeniero agrónomo conservó la misma pasión. Ha sido el último obispo elegido de entre los sanjuaninos. Como en las grandes personas que dejaron su huella, él también pueda vivir con su interior agradecido por haber visto la cosecha de tanta siembra.
 

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