FNS

Aldana Mejibar, la reina viajera que volvió a San Juan en busca de la corona del Sol

Vivió con su familia en Tucumán y Jujuy debido al trabajo de su padre, pero ya se estableció permanentemente en la provincia. Este año comenzará a cursar la carrera de nutrición y espera recibirse para ir a recorrer el mundo. Conocé más a la soberana de Rivadavia.
lunes, 13 de febrero de 2017 18:47
lunes, 13 de febrero de 2017 18:47
Aldana Mejibar es la bella representante de Rivadavia y aspira a llevarse la corona de reina Nacional del Sol para su departamento. Tiene 18 años, y está a punto de comenzar la carrera de Nutrición.
 
La joven se reunió con Diario La Provincia para contar un poco sobre su vida y sus sueños tras el reinado. "El día de la elección lo pasé con muchos nervios, preparamos todo desde temprano. Fueron todas mis amigas, mi novio, mis papás y mis hermanos. Mi mamá es la que estaba más entusiasmada y me acompañó en todo el proceso. Desde hace mucho tiempo quería presentarme, pero pude recién este año por mi edad. Esto ya es un logro personal muy grande para mí”, comenzó.
 
 

 
Su familia está compuesta por sus padres y tres hermanos. Vivió en Tucumán y en Jujuy por el trabajo de su papá. "Él es ingeniero en minas y nos fuimos mudando según su trabajo, pero ya estamos todos acá, tenemos una casa, y nos vamos a quedar. Todos nacimos acá porque mis papás son sanjuaninos, y mi mamá iba y venía".
 
No es la primera soberana en la familia, ya que su hermana mayor fue coronada como Reina de los Estudiantes en Jujuy y virreina en Humauaca. "Mi mamá me cuenta que cuando yo era chiquita le usaba la capa y la corona a mi hermana. Ella siempre se enojaba, pero a mí me gustaba jugar, en esa época iba al jardín".

Tiene varios hobbies: está aprendiendo a tocar la guitarra, a sacar fotos y por mucho tiempo su pasión fueron los patines. "Hice unos 7 u 8 años de patinaje artístico en el Banco Hispano, pero después me cansé. Pasé a las acrobacias aéreas con telas y ahora me quedé solamente con el gimnasio", acotó.
 
 


Por otro lado, está explotando otra de sus habilidades. "Me gusta mucho escribir. Cuando convocaron en el departamento a las candidatas a reina, nos pidieron que escribiéramos sobre la violencia de género. Yo hice una historia, que tiene algo de la vida real pero mucho de ficción. Me cuesta, pero me divierte" (leer al final de la nota el cuento que redactó en su candidatura).

Finalmente, y luego de haber vivido en otras dos provincias, la rivadaviense contó por qué eligió quedarse en su tierra. "En Jujuy vivía en un pueblo que se llama Aguilar, era muy chiquito, todos nos conocíamos. Acá me siento igual, San Juan es muy acogedora. Además, adoro sus paisajes", sentenció.
 
Su ficha:
Departamento: Rivadavia
Nombre: Aldana Mejibar
Edad: 18 años
A qué se dedica: está haciendo el cursillo de la Licenciatura en Nutrición. 
Hobbies: ir al gimnasio y aprender a tocar la guitarra.
Expectativas para la Fiesta del Sol: "Ya quiero conocer a todas, espero poder llevarme muchas amistades”.
Sueños: "Primero me quiero recibir, y después viajar por el mundo para conocer comidas y culturas”.
 
Esta es su foto oficial. 
 
Este es el cuento que presentó cuando se inscribió como candidata a reina de Rivadavia:
 
Hay historias que contar pero una me cautiva de verdad.

De mi poco sabrán, pues yo solo soy el interior mismo, ¡aún más profundo!...

Recuerdo la primera vez que la vi, era enormemente pequeña, con sus ojos casi tan puros como la miel, tan inocente y bella, capaz de alcanzar todo lo que se proponía; ¡me cautivó desde el comienzo!...

Era extraño, yo siempre la acompañé; por supuesto que sí, aunque ella no sabía de mi existencia. 

Yo solo la miraba, observaba y aprendía cada reseña que vivía. La llevaba a mí, hacia el más profundo interior, donde pensé que algun dia por fin iba a conocerme, era cuestión de esperar.
Y así fué, esperé y logró hablarme, tan solo veía sus ojos y me recordaba a alguien que alguna vez amé.

Éramos unos amigos extraños, cuando nos encontrabamos siempre me hablaba de su otro amor; era estúpido o quizás yo lo era, no tenía la voluntad de decirle lo que sentía:

Una historia repleta de ironías...

Recuerdo verla llorar por alguien por primera vez, estaba completamente ciega, pero lo que más aún recuerdo es que desde ese maldito día, ella se olvidó de mí...

¿Como puede ser que la mujer más perfecta del mundo me olvide a pesar de tanto dolor?

Pasó el tiempo y nunca me dirigió la palabra. Supongo que por sus problemas y hasta a veces, llego a pensar que fué egoísta.
Yo la miraba desde la ventana y me preguntaba ¿por qué está tan sola?

¡Tenía ganas desesperadas de abrazarla! pero sabía que no iba a recibirme de la misma forma..., así que decidí esperar a que ella, llena de odio a sí misma, recurriera a mí en busca de consuelo.
De tanto esperar, comencé a sentir dolor, un dolor muy profundo, no sabía de donde venía, quizá tenia algo que ver con ella.

Fue duro, dejé de verla, porque ella se encontraba perdida junto a aquella persona oscura que conoció y creyendo que era su amor, se olvidó de mí: me dejó de hablar, no le gustaba mi compañía ni la de nadie, vivía un mundo ficticio y manipulado por esa sombra.

Cada mañana la miraba por la ventana. Siguiéndola día a día, descubrí que ese dolor emergía de sus ojos y ahi me di cuenta que lloraba pidiendo auxilio, su cuerpo teñido de marcas desconocidas pero con algun nombre en particular. 

¡No era ella! Provenía de ese amor que le ocasionaba tristeza, angustia, decepción; porque muchos atardeceres la maltrataban con gestos de desprecio, haciéndola sentir indefensa negando su esencia y condición de mujer.

Y así fué como ella se olvidó del mundo, de su vida. 

Mi vista comenzó a fallar, mis ojos se pusieron totalmente blancos, sólo veían un paisaje negro y oscuro. Me sentí inútil, no por mis ojos, sino porque ya no podía verla (amor de mi vida: mi ser), en esa situación de desvelo, tan alejada de mí...

Luego de un tiempo, me paré delante de la ventana, sin poder ver ni un poco, pero algo me decía que: ¡estabas ahí, te sentía!, ¡comencé a volverte a ver!, mis ojos pasaron de negro a verte a tus ojos, ¡estaba allí asomada a la ventana!, ¡tus ojos por fin reflejaban paz, armonía y bienestar!, de a poco me supiste ver allí en esa ventana donde la observaba...

¡Era mi espejo, el reflejo de mi propia alma!... 

Fue tan lindo..., todo comenzó a cambiar, comencé a tomar conciencia, por fin me sentí en tí y al estar allí miré mis brazos y me sentí indefensa, no por las marcas sino porque no sabía quién era.
Salí corriendo hacia el mundo y pude ver todo con nitidez..., recuerdo haber observado el cielo oscuro y negro pero que en él se camuflaban millones de estrellas brillantes, las cuales me mostraron la belleza de mi ser, las ganas de vivir, de ser alguien. 
Comencé a sentir gozo, plenitud, ¡me sentía viva!...

Hasta el día de hoy, y hasta mi fin, doy gracias a todas esas estrellas que me supieron guiar, pero mi inmenso agradecimiento va para mi alma, que supo estar en aquella situación, observándome cuidadosamente desde "afuera" y uniéndose en el único momento oportuno para lograr estar íntegramente conectada con mi ser.

Supo soportar prudentemente todas aquellas cosas y duros momentos, me enseñó a seguir adelante.

Entendí que el quererse a uno mismo es lo primero, porque si uno no es capaz de verse reflejado con total tranquilidad y pureza no es capaz de vivir ni sentir.
 
 
 
 
 

Comentarios

Otras Noticias