La decisión del Gobierno Nacional de proponer un impuesto al vino del 10% y a las bebidas espumantes del 17% en el proyecto de Reforma Tributaria cosechó múltiples críticas y reacciones del sector productivo y empresario que integran la industria vitivinícola en San Juan. Carlos Cerdera, concejal del Partido Justicialista en Santa Lucía, presentó un proyecto de Declaración que expresa el rechazo a cualquier medida impositiva que tenga por objeto imponer un gravamen al vino porque la medida afectaría a los trabajadores rurales, viñateros, bodegueros y consumidores.
El proyecto se fundamenta en el nuevo escenario que se presenta para el sector productivo con una mayor presión tributaria debido a la pérdida de la exención al impuesto de las bebidas espumeantes que gozaban en los últimos años y ahora sería del 17%. Mientras que el vino tendría un impuesto del 10%.
Cerdera expresa en el proyecto de ordenanza que la actividad productiva del departamento de Santa Lucía se vería afectada ya que existen varias bodegas que concretan su actividad en el territorio departamental. El concejal sostiene que el impuesto se trasladará al precio final del producto perjudicando el consumo de vino y señala que en las últimas décadas se ha producido un fuerte descenso del consumo por persona en el país.
La iniciativa legislativa indica que la puesta en vigencia del impuesto al vino provocará que el precio de un litro de vino quede por encima de los precios de las gaseosas y cervezas. Esta situación agravará la caída del consumo de vino y perjudicará la economía del departamento.