Milagro en la Quebrada: el micro habría sufrido una falla mecánica que obligó al chofer a hacer una maniobra
Según el comisario Daniel Fada, el accidente se produjo por una falle mecánica que obligó al chofer a realizar una maniobra para evitar caer al vacío o chocar contra otra superficie. Mirá las fotos.
sábado, 30 de julio de 201600:00
sábado, 30 de julio de 201600:00
Este 29 de julio, los alumnos del Instituto de Formación de Gendarmería recordarán esta fecha como el día que volvieron a nacer. Es que el micro en el que se trasladaban desde Calingasta a Capital desbarrancó y pudo haber terminado con un final fatal. Sin embargo el resultado fue otro y hoy la historia los recordará como los 44 jóvenes que se salvaron "de milagro".
Los bolsos de los aspirantes quedaron tirados en el lugar
Según expresó a Diario La Provincia el comisario Daniel Fada, de la Seccional 18, el accidente se produjo por una falle mecánica que obligó al chofer a realizar una maniobra para evitar caer al vacío o chocar contra otra superficie.
"Tuvo que hacer un giro a Iglesia, se apoyó en el guardarrail y se desbarrancó. Hubo golpes leves, por suerte", expresó el comisario quien indicó que "esto fue una cuestión mecánica bien llevada por el chofer".
Varias ventanas terminaron rotas producto de que por ahí salieron los gendarmes
Producto de que desbarrancó, el micro quedó apoyado "de trompa" en la rocosidad de un zanjón, sin peligro de caer al precipicio pero con la posibilidad de volcar. Eso permitió que los aspirantes a gendarmes pudieran organizarse, romper los vidrios de las ventanas y salir haciendo algunas maniobras. La habilidad aprendida en el instituto les permitió tomar los recaudos para no generar un daño mayor paralelo a lo que fue el desbarranco en sí de la unidad.
"A los alumnos se los llevó el comandante mayor Bravi y al saber que el colectivo de refuerzo iba a llegar a las 4 o 5 de la mañana, se los llevó la ambulancia de Gendarmería y algunos vehículos particulares", agregó el comisario.
El guardarrail terminó aboyado y desubicado producto del golpe
Al momento que sucedió el accidente, la falta de iluminación, la oscuridad plena y la baja de la señal de celulares se convirtieron en factores que conspiraron para que la ansiedad y desesperación abordara a los jóvenes. Pero también el frío les jugó en contra ya que muchos de los chicos, dentro de la unidad, iban con poca ropa ya que iban calefaccionados, lo que llevó que al momento de salir de la unidad quedaran sin abrigos. Algunos consiguieron sacar frazadas y otros algunos abrigos que encontraron a mano pero muchos le hicieron frente a la noche.
La buena predisposición de quienes transitaban en otros vehículos por el lugar les permitió conseguir la iluminación para facilitar el camino del rescate entre ellos. Pero la gran incertidumbre que tenían hasta ese entonces era si del otro lado había precipicio o solo un zanjón.