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Murió de un disparo en el corazón y la familia pide que no liberen al asesino

La familia de Silvina Gómez, que murió en manos de su marido en el 2007, asegura que el asesino ya goza de salidas por "buena conducta". Por eso piden que la justicia no lo deje salir.
jueves, 20 de octubre de 2016 00:00
jueves, 20 de octubre de 2016 00:00

Sucedió el 29 de marzo del 2007. Una discusión, un revólver y un disparo en el corazón sin dejar lugar a la posibilidad de luchar por su vida. De esa forma murió Silvina Gómez aquel día en su casa del barrio Centenario en Chimbas. La mujer de 33 años falleció en el lugar y a los pocos minutos su marido, Roberto Carlos Villarroel, de 36 años, se tiró sobre el cuerpo pidiendo perdón por lo que acababa de hacer.

El escenario fue contundente para que la justicia le diera 35 años de prisión por el femicidio. Sin embargo, la familia de Gómez aseguró que "por buena conducta" él ya goza de salidas transitorias y le piden a la justicia que no lo dejen salir.

"Le pegó un tiro en el corazón estando los cuatro niños presentes en la misma casa. Ellos no lo vieron pero estaban ahí y eso fue muy duro", recuerda Ivana Gómez, hermana de Silvina. Aquel 29 de marzo el hijo de 13 años de la víctima fue el primero que salió a pedir ayuda a los gritos pensando que el destino podía revertirse. "Mi mamita, mi mamita", gritaba y fueron los vecinos los que vieron el triste desenlace y dieron aviso a la policía y al servicio de ambulancia.

"A él le dieron 35 años de cárcel pero ya lo están dejando salir. Ya lo ha visto mucha gente en la calle. Hace cinco años que está afuera de permiso por buena conducta. Ésa es una injusticia porque yo perdí una hermana, los niños perdieron a su madre y yo tengo hijas adolescentes. Yo tengo terror que algo pueda pasar", aseguró.

Roberto Villarroel tenía un puesto de comida en el playón del hipermercado. Este trabajo lo llevaba a llegar muchas veces tarde. El día de la tragedia, el hombre llegó casi a las 5 de la mañana, con un revolver calibre 22 corto entre su ropa y eso derivó en la discusión que le planteó Gómez.

"Siempre llevaba un arma porque decía que tenía miedo que le robaran. Él también celaba mucho a mi hermana y un día llegó, le pegó un tiro en el corazón, cayó en la sala y cuando los niños sintieron fueron corriendo a ver que pasaba y se encontraron con ella muerta. Esa imagen no se la sacan más. El día de la madre es terrible para ellos, no pueden vivir así. Destruyó la familia, la vida de todos", finalizó Ivana.
 
La hija de Silvina (tenía 4 años el día del crimen) marchó este miércoles para pedir que su papá no salga en libertad. Al lado está su tía, Ivana.


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