Más claro que el agua. Ni siquiera con la vuelta de Tinelli de Europa, el viernes pasado, pudieron limar las diferencias.
El conductor apenas llegó, visitó al hijo de ambos, Lorenzo, mostró fotos en las redes sociales bañándose con él y a la noche fue con sus hijas y una hija de Guillermina y Sebastián Ortega, Helena, a ver un partido de básquet.
El fin de semana pasado se habló de un plan de reconciliación. Pero nada más lejos, según palabras de la misma modelo y actriz: "Estoy trabajando y estoy muy bien con mis hijos. Con Marcelo está todo bien. Cómo no voy a hablar de él porque es el padre de mi hijo. Y es un gran padre".
Guillermina está a full con los ensayos para lo que será el 9 de abril próximo su debut en el teatro con la obra Sexo con Extraños, junto a Gastón Soffritti.
La modelo y actriz también cruzó algunas palabras en Intrusos en el Espectáculo: "No vamos a hablar de eso (por los dos nombres en danza de posibles terceras en discordia, Sol Calabró y Andrea Bursten). Nunca sentí celos de Andrea (ella es la viuda de quien fuera el mejor amigo de Tinelli, Federico Ribero)".
La modelo dejó muy en claro su situación sentimental: "Estoy sola, estoy trabajando y estoy muy bien con mis hijos". Por lo pronto, Guillermina confesó que trata de ser indiferente frente al sin fin de especulaciones: "No me duele lo que se dice. Me generaría algo si tuviese una pizquita de verdad. A veces es feo lo que se dice porque uno tiene hijos y ellos no tienen la misma estructura emocional que un adulto".
En medio de una separación, con la exposición mediática que implica ser la ex de Marcelo Tinelli, ella nunca abandonó sus ensayos. La modelo siente que con la obra de teatro puede "tocar el cielo con las manos". Era lo que ella buscaba para iniciar el camino de la actuación. Ese fu un tema urticante con el padre de sus tres hijos mayores (Helena, Dante y Paloma) el productor Sebastián Ortega. Mientras él quería que siga estando en casa al lado de los chicos, ella quería empezar a volar.
Con Tinelli la relación se enmarcó con gran entusiasmo. El conductor de Bailando por un Sueño fue fundamental para su emprendimiento comercial de la creación de una línea de zapatos finos y los problemas, entre otros, habrían aparecido con el afán de Guillermina por la actuación, por los ensayos que terminaban de madrugada.
Fuente: Diario Popular
