“A partir de ahora vamos a pedir respeto por mi familia. Necesitamos estar más tranquilo. Pudimos ver el cuerpo. Reconocimos los tatuajes, estamos convencidos que es Santiago”, dijo Sergio Maldonado a los periodista en Capital Federal. Sergio Maldonado manifestó que restan los estudios de ADN y no respondió preguntas realizadas por los cronistas.
Maldonado señaló que esta situación no quita la responsabilidad de Gendarmería Nacional y que continuarán impulsando la investigación para conocer la verdad de lo que sucedió.
El hecho
El cadáver fue hallado el martes al mediodía durante un rastrillaje de buzos de la Prefectura Naval y perros del Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios en el río Chubut, a unos metros de la guardia del Pu Lof de la comunidad mapuche. Fue retirado del lugar por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y luego fue trasladado a la morgue judicial de la ciudad de Buenos Aires, donde se lleva a cabo la autopsia.
Silvina Ávila, a cargo de la Fiscalía Federal de Esquel, había detallado que el cadáver fue encontrado boca abajo sobre ramas de sauces en la margen de la ribera más cercana a la ruta 40, a unos 300 metros de donde ocurrió la persecución entre gendarmes y miembros de la comunidad mapuche el 1 de agosto.
El juez federal interviniente, Gustavo Lleral, explicó que el rastrillaje se realizó con personal de la Prefectura Naval, que fue asistido por binomios de bomberos voluntarios y perros especialistas en buscar restos humanos en cursos de agua.
Sergio Maldonado, hermano de Santiago; Verónica Heredia, abogada de la familia Maldonado, y Alejandro Inchaurregui, perito de parte, presenciaron las actuaciones. Una comitiva del Gobierno encabezada por el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj , había viajado a Esquel para ponerse a disposición de las autoridades judiciales. Los vehículos que transportaban a los funcionarios nacionales fueron agredidos con piedrazos cuando intentaron ingresar el Pu Lof, el predio que ocupan los mapuches.
El juez Guido Otranto, primer magistrado del caso, que fue separado y reemplazado por Lleral, ordenó rastrillar el río el 7 de septiembre pasado, pero los resultados fueron negativos. En ese operativo participaron unos 300 efectivos de la Policía Federal y de la Prefectura Naval, que no fueron habilitados a buscar en el sector ocupado por la comunidad mapuche.
Fuente: La Nación
