Tres hombres comenzaron a ser juzgados en Misiones por la denominada "Masacre de Panambí" en la que delincuentes asaltaron y quemaron viva a una familia en mayo de 2014, informaron fuentes judiciales.
El debate se desarrolla en un salón de la Unidad Regional Dos de la Policía, donde el tribunal Penal de la ciudad de Oberá, a unos 100 kilómetros al noreste de Posadas, juzga al efectivo de la Prefectura retirado Pablo Paz (54), a Juan Godoy (47) y al chapista paraguayo Marcial Alegre (48) por el delito de "homicidio calificado" que prevé prisión perpetua. En la primera audiencia, que se extenderá hasta fines de noviembre los días martes, miércoles y jueves, se leyó el auto de elevación a juicio de la causa.
La secretaría del Tribunal, presidido por el camarista Francisco Aguirre y compuesto por sus colegas Lilia Avendaño y José Pablo Rivero, relató el ataque y las torturas que padecieron los miembros de la familia.
Según las fuentes, los fiscales de juicio Miriam Silke y Elías Bys serán los encargados de acusar, mientras que todos los acusados tienen defensores particulares.
En el caso de Godoy será patrocinado por la abogada María Cristina Salguero; Paz por Eduardo Paredes; y Alegre por el letrado Ramón Grinhauz. Los voceros agregaron que habrá más de un mes de audiencias y se esperan los testimonios de más de un centenar de testigos.
El hecho ocurrió en la noche del 25 de mayo de 2014 en una vivienda del kilómetro 7 de la ruta provincial 5, en Panambí, en la frontera con el Brasil.
Allí, el maderero Oscar Knack (44), su esposa Graciela Mabel Mojfiuk (42) y dos de los hijos del matrimonio, Bianca (12) y Cristian (25) fueron asaltados, torturados, encerrados en una habitación y prendidos fuego por los delincuentes.
El primero que escapó de las llamas fue el hombre, quien pidió ayuda a unos vecinos, pese a que los restos de lo que quedaba de su piel quedaron en el alambrado de la casa. Tanto Oscar, Graciela y Bianca murieron entre el 26 y 27 de mayo en el hospital Samic de Oberá, mientras que Cristian falleció el 30 de junio en el Hospital Madariaga, de Posadas.
Los investigadores establecieron en la etapa de instrucción que la banda se llevó 460.000 pesos que pertenecían a la familia Knack.
En tanto, otro hijo del empresario asesinado, también llamado Carlos (27), como su padre, había confirmado que su familia conocía al ex prefecto Paz y que, en más de una oportunidad, habría realizado operaciones de compra de madera en el aserradero.
Al momento del asalto, el joven no se encontraba en su casa y recién se enteró de lo sucedido cuando un vecino lo llamó aproximadamente una hora después del ataque.
Fuente: Télam
