Para evitar que entren al mercado negro, esta semana se destruyeron 3 mil armas de fuego pertenecientes a la policía provincial en Santa Fe. La decisión llegó de la mano del Ministerio de Seguridad provincial a cargo de Maximiliano Pullaro quien ordenó la reducción de un lote de pistolas calibre .38, .9mm, ametralladoras, escopetas 12,70 y armas lanzagases.
El arsenal fue entregado a la ANMAC, la Agencia Nacional de Materiales Controlados para que sea fundido, plástico por un lado y metal por el otro. Muchas de las armas ya estaban en desuso y datan de la década del 70; fueron detectadas tras un largo proceso de reordenamiento en el área de Logística de la Policía provincial.