jueves, 4 de septiembre de 2014
08:48
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Se trata de uno de los peores rostros que puede exhibir la comunidad: la de trabajadores despedidos en busca de respuestas.
Por otro lado, se trata también de un aviso importante para el conjunto de la clase dirigente, porque los despidos se producen en el umbral de una etapa electoral donde nadie podrá ser ajeno a las demandas colectivas.
Los 43 despedidos por Baggio marcharon por las calles de la provincia de Entre Ríos acompañados por sus familias, compañeros de trabajos y amigos y por el presidente del bloque de concejales del Frente para la Victoria, Gustavo Vela.
La manifestación se inició pasadas las 18 desde Urquiza y Rocamora, en un clima sereno pero tenso por la angustia que implica el no tener trabajo y con ello el riesgo de sustento familiar. Y finalizó frente al domicilio familiar del empresario ubicado en Primera Junta, entre Luis N. Palma y Rivadavia.
El 24 de agosto el Ministerio de Trabajo de la Provincia emitió la Resolución N° 883, que hizo efectiva la multa por 17.280.000 de pesos a la empresa RPB SA por no haber cumplido con la Ley Nacional 25.212 del pacto Federal de Trabajo y la ley provincial 9.297, esto, es por haber estado en rebeldía con la conciliación obligatoria.
Ayer, los trabajadores manifestaron que "con esos 17 millones de pesos la empresa podría volver a reincorporarnos y pagarnos el salario a todos durante diez años”, lo que refleja una situación inédita en la historia industrial de la ciudad y la provincia.
El conflicto sindical comenzó el 21 de febrero con el despido de tres obreros y desde entonces la situación ha ido en escalada hasta los 43 despidos que hay ahora. El motivo fue que los trabajadores se inclinaban por desafiliarse del gremio de la Alimentación para pasar a las filas del Sindicato de Aguas y Gaseosas (Sutiaga), algo que la patronal no toleró.
Así, el 26 de julio, la empresa despidió a 43 operarios de la línea de producción de gaseosas, esta vez argumentando una baja en las ventas. El sindicato respondió sosteniendo que los despidos se efectuaron por haberse afiliado a Sutiaga. De lo contrario la empresa hubiera tenido que iniciar un proceso de crisis en el Ministerio de Trabajo antes de haber efectuado los despidos.
El 29 de julio, un grupo de ex empleados de RPB se reunieron con el intendente Juan José Bahillo en el Salón Azul del Palacio Municipal, pero no se pudo llegar a ninguna gestión por tratarse de un conflicto de una empresa privada.
El día más dramático se vivió el 31 de julio y el 1° de agosto, cuando los operarios -junto al sindicato- bloquearon el ingreso de vehículos en la planta del Parque Industrial. Fue gracias a la intervención de las autoridades políticas locales que se evitó lo que hubiera sido una represión.
Los momentos de dramatismo fueron tales que recién en la madrugada del 2 de agosto, la Dirección de Trabajo dictó una nueva conciliación obligatoria por 15 días hábiles cuyo vencimiento del plazo operó el 22 de agosto. En esa oportunidad se labró un acta donde los sindicatos interrumpían las medidas de fuerza, a condición de que el conflicto volviera a cómo era el 26 de julio, lo que significaba la reincorporación de los 43 operarios despedidos. Pero la empresa nunca cumplió y por eso el Ministerio de Trabajo de la Provincia notificó a la empresa, por cédula de acta de infracción 8/14, la falta de acatamiento de la conciliación obligatoria y por no haber asistido a la audiencia de pactadas. Concluido el plazo, se multó a la empresa por una suma millonaria y que no tenía antecedentes en la cartera laboral.
Ayer, los 43 trabajadores socializaron su desesperada situación marchando por las calles de la ciudad con carteles que expresaban que quieren recuperar sus fuentes laborales.
Fuente: El Argentino
