Salud

Mala costumbre: cuatro de cada 10 chicos argentinos no desayuna

Es el resultado de un relevamiento en cuatro provincias. Además, no consumen suficiente leche ni variedad de alimentos nutritivos.
domingo, 21 de septiembre de 2014 14:47
domingo, 21 de septiembre de 2014 14:47
Un relevamiento realizado en chicos que asisten a escuelas con comedor de la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Córdoba, Salta, Buenos Aires y Entre Ríos puso en evidencia que cuatro de cada 10 chicos argentinos no desayuna.

De acuerdo con el estudio "Análisis de la alimentación en el entorno escolar”, llevado a cabo por el Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (Cepea) y presentado ante el Ministerio de Salud de la Nación, cuatro de cada diez chicos no desayunan. Pero, además, quienes lo hacen no cubren las necesidades nutricionales. Por ejemplo, el 60% no consume leche, alimento clave para asegurar la ingesta de calcio.

Esta realidad es preocupante, sobre todo si se tiene en cuenta la exigencia energética que tienen los chicos por el desgaste físico que hacen en la escuela y por la importancia que tiene la alimentación en el aprendizaje. "La omisión del desayuno se vincula con el desempeño escolar a corto y largo plazo. Sabemos que desayunos menores al 10% del requerimiento energético –que aporten menos de 200 calorías– favorecen peores performances en pruebas de creatividad o en el funcionamiento de la memoria.
 
Esto se advierte en los primeros años de escolarización, en chicos más dispersos o que tienen problemas para atender y menor fluidez verbal”, explicó al diario Perfil, Sergio Britos, director de Cepea. "Además, suelen responder de peor forma en ejercicios de aritmética y tener menos fuerza física. Todos estos efectos acumulados en el tiempo, junto con un mayor ausentismo escolar, sin dudas generan una merma en el aprendizaje”, agregó el experto, que lideró el estudio presentado en el marco de la campaña "Salvemos el desayuno” de Nesquik.

Las sociedades médicas concuerdan en que un desayuno debe aportar entre 250 y 300 Kcal, que equivalen al 15% del requerimiento energético diario. En cuanto a qué comer, los diferentes alimentos incluyen: 200 cm3 de leche –sola o con cacao en polvo, té, café o mate cocido–, frutas de estación, y entre 30 y 40 gramos de cereal. "En verano se puede reemplazar la infusión caliente por un vaso o pote de yogur, o bien por leches saborizadas de naranja o manzana. Para comer, debe haber dos o tres rodajas de pan o galletitas tipo crackers”, enumeró Britos.

"Las rodajas de pan pueden complementarse con una feta de queso no muy graso o mermelada, y en caso de que el niño no tenga problemas de sobrepeso, armar un sándwich con jamón. De hecho, desayunar es buen indicio del mantenimiento de peso a largo plazo, ya que al prevenir el hambre evita que los chicos coman alimentos procesados apenas llegan al colegio”, consideró Rosa Labanca, de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos de Alimentación. De hecho, un estudio realizado por el Centro Médico Fundación DAAT reveló que la ingesta de alimentos procesados en los recreos genera que los niños consuman en promedio casi 6 mil calorías extra por mes.


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