domingo, 11 de mayo de 2014
10:45
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En 2009, su investigación descubrió los efectos devastadores del glifosato, mientras a nivel nacional estaba marcado el conflicto entre el Gobierno nacional y las organizaciones agropecuarias. Andrés Carrasco, científico del Conicet, falleció el sábado y su descubrimiento lo hizo chocar contra las corporaciones del agro, empresarios y hasta el mismo ministro de Ciencia Lino Barañao intentó desestimar su investigación.
Con más de 30 años de carrera, fue presidente del Conicet y jefe del Laboratorio de Embriología de la UBA. Tuvo descubrimientos muy importantes en la década del 80 y trabajo constante en los 90, hasta que inició su lucha contra el glifosato cuando estudió en laboratorio el impacto de los químicos en embriones.
El glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo, principalmente porque los cultivos transgénicos han sido manipulados genéticamente para tolerar a este agroquímico.
En agosto de 2010 en Chaco, estaba por iniciar una charla, pero empresarios arroceros y punteros políticos intentaron "lincharlo”. "Había concurrido a una escuela de un barrio fumigado, y no pudo hablar. Lo sorprendió la violencia de los defensores del modelo”, señala en su recuerdo el periodista de Página 12, Darío Aranda.
En el recuerdo de Aranda queda la imagen de un luchador y lo describe con estas palabras: "Andrés Carrasco optó por otro camino: cuestionar un modelo de corporaciones y gobiernos y decidió caminar junto a campesinos, madres fumigadas, pueblos en lucha. No había asamblea en donde no se lo nombrara. No existe papers, revista científica ni congreso académico que habilite a entrar donde él ingresó, a fuerza de compromiso con el pueblo: Andrés Carrasco ya tiene un lugar en la historia viva de los que luchan”, concluye Aranda.
