Fenómeno

Mitos y curiosidades de los eclipses de sol

A lo largo de la historia, se recomendó no exponerse a verlos y también se lo señaló como causa de peleas y guerras.
domingo, 26 de febrero de 2017 07:54
domingo, 26 de febrero de 2017 07:54
Desde que somos lo que somos, los seres humanos necesitamos encontrarle explicación a todo. Por eso, a lo largo de la historia, se le ha echado al culpa de todo a un montón de sucesos inocentes.

La yeta del número 13, las cábalas de año nuevo, la camiseta de goleador sucia y harapienta, los arco iris todo sirve para darle sentido al mundo. Los eclipses no se quedaron fuera de este ejercicio humano. Sobre todo los de sol.

Cuando los conocimentos de astronomía eran limitados o irracionales, que el sol una vez cada tanto -casi aleatoriamente- desapareciera por unos minutos y se sumiera en la oscuridad, no solo daba curiosidad.... daba pánico.

Acá va una lista de mitos y supersticiones:

• Muchos de los mitos están relacionados con las mujeres embarazadas. Dicen que si la futura madre mira el eclipse, el bebé nacerá lleno de lunares o manchas. También dicen que el eclipse adelanta el parto y que los bebés nacidos en esos días tienen dotes especiales y son más inteligentes. Los más extremos aseguran que los pequeños pueden nacer con deformaciones. La ciencia ha tratado de explicar que el sol no tiene nada que ver en todo esto.

• En China, la tradición decía que un eclipse se producía cuando un dragón intentaba devorar la luz del sol para mandar un mensaje a los humanos. Desde la Tierra, se le respondía con tambores para asustar a la bestia. ¿El resultado? Siempre les funcionaba, porque después del ritual, el sol se despejaba.

Dos días antes del eclipse solar de 2009, el gobierno chino les pidió a los científicos que informaran todos los detalles y explicaran en qué consistiría el suceso, para "eliminar cualquier pánico y superstición".

• En Perú sostenían que el astro, enojado con los seres humanos, les sacaba su luz y calor. Por eso un eclipse presagiaba guerras y calamidades.

• Si bien los mayas, con mediciones y cálculos, eran capaces de predecir con exactitud cada eclipse, paradójicamente creían que era la luna quien intentaba devorar al sol, el Dios supremo. Lo interpretaban como símbolo de lucha entre los dos astros y suponían que anunciaba una guerra.

• Y ya que les vamos a echar la culpa al sol y a la luna de tantas cosas, ¿por qué no tirarles por la cabeza nuestro malhumor? Muchos acusan a los eclipses de ser responsables de cambios en el carácter, peleas y rupturas de pareja. Si vaticinan el fin del mundo, ¿por qué no el de un noviazgo?

• Cuenta otra leyenda que el Sol y la Luna estaban enamoradísimos, pero Dios les dividió el trabajo: a la luna, le ordenó iluminar la noche y al sol, el día. Desde entonces la luna llora amargamente, pero cada tanto se reencuentran y se besan. Ese es el momento en el que se produce el eclipse (y de ahí el "eclipse de amor").

• A las mujeres embarazadas directamente se les aconsejaba no salir. La razón es que se creía que, de estar afuera, no se iba a poder resistir mirar y quedar bajo el influjo del eclipse. También se les pedía que ese día no comieran, porque podían tener problemas de presión alta. Obviamente, fue desmentido tajantemente por los científicos.

• Algunos dicen que, para contrarrestar los efectos negativos de un eclipse, hay que ponerse ropa (interior y exterior) roja, y llevar elementos metálicos como alfileres de gancho y llaves en todos los bolsillos.

• Otros sostienen que hay que ubicarse en algún lugar de la casa donde no llegue la luz del sol y poner tijeras debajo de la almohada o detrás de la puerta para salvarse de los efectos malignos. 

• Salir al patio o a la vereda con un espejo a la hora exacta del eclipse y reflejar la luz del sol. El objetivo: que el eclipse "se coma a sí mismo".
 
Fuente: TN

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