Por el afán de robar más y más, terminó sin un peso y huyendo por su vida, perdiendo el arma con el que al principio se sentía fuerte. El hecho sucedió en un local en Kalamazoo, Míchigan, Estados Unidos. Un ladrón ingresó con el fin de robar un negocio y en una distracción fue desarmado por el vendedor.
Todo quedó registrado en las cámara de seguridad del local donde se ve cómo el hombre deja su arma sobre el mostrador para tomar la mayor cantidad de dinero posible y la ocasión se prestó para que el vendedor le manoteara el revólver para así ahuyentarlo.
Cuando vio que el cajero tenía en sus manos el arma, el hombre corrió desesperadamente arrojando en el mostrador y en el suelo todo el dinero.