martes, 28 de abril de 2015
08:49
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"Los predios de las Naciones Unidas son inviolables y deberían ser espacios seguros, especialmente en un contexto de un conflicto armado", escribió el secretario general, Ban Ki-moon, luego de "deplorar" los ataques israelíes dirigidos contra los edificios.
Naciones Unidas acusó a Israel de matar a 44 civiles palestinos y herir a 227 en varios ataques contra siete de sus edificios en la Franja de Gaza durante la última ofensiva militar que lanzó contra ese pequeño territorio a mediados de 2014, según un informe presentado por Ban Ki-moon.
Cuatro meses después de la más larga y más sangrienta ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza, el secretario general de Naciones Unidas pidió crear una comisión investigadora que determinara quién fue responsable de los ataques contra sus instalaciones.
El informe completo, que tiene más de 200 páginas, es secreto, pero Ban difundió hoy el resumen que envió al Consejo de Seguridad.
La investigación destacó que una de las escuelas de mujeres de la ONU que oficiaba de refugio para cientos de familias fue atacada por el Ejército israelí con 88 rondas de mortero, mientras que otra escuela similar fue golpeada por un proyectil antitanque y una tercera por un misil.
El Ejército israelí atacó una cuarta escuela de mujeres, continuó el resumen difundido, "sin una advertencia previa por parte del gobierno de Israel de que dispararían proyectiles con gran poder explosivo contra el edificio o los alrededores de este", según una reproducción del texto publicado por el diario israelí Haaretz.
Durante la ofensiva de julio y agosto de 2014, el gobierno israelí justificó los ataques contra escuelas e instalaciones de la ONU porque sostenía que el movimiento islamista Hamas y otros grupos armados palestinos utilizaban esos mismos edificios para esconder y hasta lanzar misiles contra el sur israelí.
En la carta de Ban al Consejo de Seguridad que hace de preludio al resumen del informe, el secretario general confirmó que milicianos palestinos utilizaron tres escuelas de la ONU, "que estaban vacías en ese momento y no eran utilizadas como refugios" para esconder armas y, en dos casos, "probablemente para disparar" misiles.
"Es inaceptable. Socava la confianza que sostiene que los predios de la ONU son objetivos civiles y, por lo tanto, no pueden ser objeto de un ataque", subrayó.
Sin embargo, el resumen del informe de la comisión investigadora deja en claro que las siete escuelas que fueron atacadas por el Ejército israelí y que son el corazón del informe no incluyen a las tres que los investigadores internacionales pudieron comprobar que fueron usadas por milicianos palestinos.
Ban evitó condenar a Israel por los ataques contra los refugios temporales y las muertes de palestinos civiles, y a las milicias palestinas por utilizar con fines bélicos tres de sus edificios vacíos.
En cambio, destacó que el contenido del informe "no tiene valor legal" ni se refiere a las otras denuncias de crímenes de guerra lanzadas por grupos palestinos y organizaciones internacionales de derechos humanos.
En el mes y medio que duró la masiva ofensiva israelí contra el empobrecido y abarrotado territorio de la Franja de Gaza, más de 2.200 palestinos murieron, la mayoría de ellos civiles, según la ONU. Del lado israelí, 72 personas fallecieron, y 66 de ellos eran soldados.
El canciller palestino, Riad Malki, dijo que su gobierno presentará el informe de la ONU a la Corte Penal Internacional (CPI), el tribunal de cual la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se convirtió en miembro este mes en un esfuerzo por presionar a Israel.
"Llevaremos este informe y lo presentaremos a la Corte Penal Internacional, justo cuando están examinando nuestro pedido de que hagan un estudio preliminar", dijo Malki.
En un comunicado, el vocero de la Cancillería israelí, Emmanuel Nahshon, dijo que "todos los incidentes atribuidos a Israel ya fueron objeto de exámenes completos, y se lanzaron investigaciones allí adonde eran relevantes. Israel realiza todos los esfuerzos para evitar dañar sitios sensibles".
Sami Abu Zuhri, principal vocero de Hamas, que gobierna en Gaza, dijo que el informe de la ONU era una "clara condena" de Israel y dijo que su agrupación no tiene "ninguna información" sobre el hecho de que milicianos hayan usado escuelas de la ONU para almacener armas.
Al igual que la ONU, Israel tampoco ordenó investigar las denuncias de crímenes de guerra o violaciones a los derechos humanos que surgieron durante y después de la ofensiva.
Sin embargo, el Ejército israelí anunció hoy que acusó formalmente a tres de sus soldados de "saquear" a palestinos en Shujaiya, uno de los barrios de Ciudad de Gaza más devastados por los bombardeos, ubicados en el este de la franja.
"Dos soldados fueron acusados de saquear dinero, alrededor de 2.420 shekels (unos 620 dólares) de un edificio en Shujaiya, en el que las tropas estaban desplegadas. Y otro fue acusado de complicidad", informó el Ejército en un comunicado.
Mientras la ONU denunciaba los ataques israelíes contra algunos de sus refugios en Gaza, Tel Aviv seguía avanzando sobre otro tema resistido por Naciones Unidas y la comunidad internacional: las colonias ilegales en territorios palestinos ocupados.
La organización pacifista israelí Paz y Ahora denunció hoy que el gobierno de Jerusalén llamó a licitación pública la construcción de 77 nuevas viviendas en las colonias de Neve Yaakov y Pisgat Ze'ev, en la parte este de la cuidad, la parte palestina ocupada por Israel en 1967 y anexada ilegalmente en 1980.
Tanto la ONU como la mayoría de los países del mundo consideran que las colonias israelíes en los territorios palestinos ocupados de Jerusalén este y Cisjordania son ilegales y, por lo tanto, repudian la política sistemática de Tel Aviv de expandir estos asentamientos.
Fuente: Télam
