Cuaresma

El Papa Francisco pidió humildad en la misa del Domingo de Ramos

Con la bendición de palmas y olivos, el Sumo Pontífice dio inicio a una semana muy especial para los cristianos y llamó a la reflexión sobre nuestras actitudes.
domingo, 29 de marzo de 2015 07:16
domingo, 29 de marzo de 2015 07:16
El papa Francisco presidió la tradicional celebración litúrgica del Domingo de Ramos y la Pasión del Señor en la Plaza de San Pedro, donde bendijo palmas y ramas de olivo, y dijo que el "estilo" de los cristianos debe ser la "humildad".

Miles de personas acudieron ante la Basílica de San Pedro, donde el pontífice fue testigo de la procesión de las palmas e impartió su bendición en el primer gran acto de la Semana Santa, el que conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén.

El papa llegó a pie al lugar y se detuvo unos instantes ante el paso de la procesión, y se dirigió luego hacia el centro de la plaza, donde varios olivos adornaban el espacio situado al pie del obelisco, bajo el brillante sol romano.
 
La humildad es un "estilo que nunca dejará de sorprendernos y ponernos en crisis: nunca nos acostumbraremos a un Dios humilde", dijo en la homilía de la celebración litúrgica con motivo de la festividad de hoy, que abre los actos de la Semana Santa.

En contraposición a ese "estilo" al que se refirió el pontífice puso el ejemplo de "otra vía, contraria al camino de Cristo: la mundanidad. La mundanidad nos ofrece el camino de la vanidad, del orgullo, del éxito".

El pontífice recordó que esta otra vía "el maligno se la propuso también a Jesús durante cuarenta días en el desierto. Pero Jesús la rechazó sin dudarlo".

"Y también nosotros podemos vencer esta tentación, no solo en las grandes ocasiones, sino también en las circunstancias ordinarias de la vida", dijo.

Francisco elogió el ejemplo de "mucho hombres y mujeres que, en silencio y sin hacerse ver, renuncian cada día a sí mismos para servir a los demás: un familiar enfermo, un anciano solo, una persona con discapacidad...".


Posteriormente, el pontífice procedió a la bendición de las palmas y olivos, un acto tradicional con el que comienzan los propios de la Semana Santa y Pascua de Resurrección.

 

Fuente: Minuto Uno/ Milenio.com

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