Homenaje

André-Jacques Garnerin y una aventura en paracaídas en el doodle de Google

El doodle es interactivo con lo cual el espectador deberá manejar las teclas de derecha e izquierda para desplazar al personaje por la pantalla hasta que se deposita en tierra firme que puede ser desde una montaña nevada hasta la selva misma.
martes, 22 de octubre de 2013 01:02
martes, 22 de octubre de 2013 01:02
El sueño siempre de todo hombre fue volar. Y sin dudas, no para el francés André-Jacques Garnerin no sólo fue un sueño sino también un desafío que consiguió superar y marcar la historia mundial: fue el primero en saltar en paracaídas, con éxito y de forma regular.
 
Por eso es que Google decidió homenajearlo hoy con un doodle que celebra los 216 años del primer salto concretado por él. ¿En qué consiste este doodle? en un globo aerostático que se eleva sobre las nubes y una vez en lo alto, el personaje se tira con su paracaidas. El doodle es interactivo con lo cual el espectador deberá manejar las teclas de derecha e izquierda para desplazar al personaje por la pantalla hasta que se deposita en tierra firme que puede ser desde una montaña nevada hasta la selva misma. Una vez allí, el dibujo saca su sombrero de gala y saluda a quien está manejando el ordenador.
 
André-Jacques Garnerin fue un inventor que consiguió perfeccionar el paracaídas que ya había sido diseñado por su compatriota Louis-Sébastien Lenormand pero que no lograba mantenerse en la altura con éxito. 

El diario La Voz de Galicia indica en su edición digital que el artilugio con el que André-Jacques Garnerin hizo el que se considera el primer salto de exhibición de la historia distaba mucho de la imagen actual del paracaídas. Más parecido a un enorme paraguas hecho de seda con un alto poste como sostén de la estructura, André-Jacques Garnerin consiguió subirlo a una altitud de 900 metros valiéndose de un globo de hidrógeno.

Miles de personas concentradas en el encantador parque parisino de Monceau se temieron lo peor ese 22 de octubre de 1797 al observar los violentos movimientos del paracaídas que transportaba a André-Jacques Garnerin mientras descendía de las alturas. El paracaidista francés todavía no había desarrollado los agujeros de ventilación que habrían permitido un descenso más estable, pero serían sus experimentos los que llevarían al astrónomo Jerôme Lalande, testigo de sus exhibiciones, a idear la abertura superior que conseguiría reducir estas peligrosas oscilaciones.
 
A pesar de todo, la exhibición sería un éxito y, después de un aparatoso descenso que finalizó con un choque y daños en la estructura, André-Jacques Garnerin había llegado al suelo sin ningún rasguño.
André-Jacques Garnerin también sería el responsable del primer salto en paracaídas de una mujer. El honor, en este caso, fue de su esposa, Jeanne-Geneviève Garnerin, que dos años después descendió desde una altura de 900 metros.
 
Durante su vida, André-Jacques Garnerin sería protagonista de muchos otros prodigiosos saltos en paracaídas. De entre ellos, destaca el realizado sobre Londres desde aproximadamente 2.340 metros de altitud.

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