Historia

Un abuelo pudo recibirse como técnico universitario y ahora quiere hacer la licenciatura

Su nombre es Ricardo Navarro, tiene 63 años y este martes pudo cumplir un gran sueño: recibirse como técnico universitario. "Yo les digo a los chicos que estudien todo, que pongan el sacrificio", contó a Diario La Provincia.
miércoles, 24 de mayo de 2017 18:30
miércoles, 24 de mayo de 2017 18:30
Su nombre es Ricardo Navarro, tiene 63 años y este martes pudo cumplir un gran sueño: recibirse como técnico universitario. Fue tras tres años intensos de estudio y gracias al apoyo de su familia y compañeros tanto de trabajo como de carrera. Fue en la Facultad de Ciencias Sociales donde estudió la tecnicatura en Administración y Gestión Universitaria y este martes rindió el trabajo final.
 
"Mi vida de estudio fue de muchas idas y vueltas. Empecé en 1987 el secundario pero no lo pude terminar. Con el tiempo lo continué y antes del 2000 lo volví a abandonar. Con el plan FINES, todo lo que me faltaba en un año lo terminé y pude cumplir el secundario. Luego, quise estudiar una carrera universitaria y como soy empleado de la Universidad Nacional de San Juan pensé en una que estuviera acá", contó Ricardo a Diario La Provincia.

El tiempo de estudio no fue fácil porque Ricardo es personal de apoyo universitario y cumple un intenso trabajo como ordenanza. Esa labor la cumple hace 33 años y el cansancio ya pesa en su cuerpo pero eso no se convirtió en un impedimento para crecer.
 
"Cuesta mucho, porque uno ya es grande, tiene familia y las cosas no son iguales a cuando se es joven. Pero es importante llegar al logro y quiero ser un ejemplo para mis nietos", expresó el estudiante que con esfuerzo y dedicación pudo llevar adelante un trabajo final vinculado a "la labor técnico en mantenimiento".
 
En este momento para él su título no lo tiene con el fin de desempeñarse en un nuevo trabajo porque ya está bien asentado con el empleo que tiene dentro de la UNSJ pero eso no significa que no aspire a más. 
 

"No me interesa salir de mi trabajo porque lo hago bien pero sí quiero llegar a hacer la licenciatura. Voy a probar e intentar seguir estudiante. Cuando uno se pone un objetivo tiene que luchar para alcanzarlo, en una de esas me da el cuero y lo consigo", agregó el hombre que luego agradeció a todos los que lo apoyaron para alcanzar esta meta: "los compañeros de trabajo y los compañeros de curso que me ayudaron mucho. Uno valora todo eso y se los dedico a ellos".

La carrera la hizo en los tres años que corresponde y no pudo terminar y rendir el trabajo final el año pasado porque sufrió la muerte de su madre y de sobrino con apenas una diferencia de 40 días. Eso le atrasó su meta pero esta semana finalmente pudo rendir la mesa final y gritar: "soy técnico universitario". Tras esas palabras, todos los que lo quieren lo esperaron en el jardín del CUIM para hacer todo el rito tradicional de un egresado: tirar harina y huevo, además de romper la ropa.

"Anoche festejé con la familia porque los logros se deben festejar. Yo les digo a los chicos que estudien todo, que pongan el sacrificio porque tienen más libertad, más tiempo que cuando se es más grande. No que lleguen a la altura de uno donde se dificulta más todo", finalizó.
 
 

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