sábado, 28 de mayo de 2016
09:37
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Juan Carlos Martínez es un artista reconocido entre sus colegas. Vivió más de 20 años en Buenos Aires en donde logró capacitarse y trabajar con importantes figuras. En la actualidad se desempeña junto a un grupo de 6 especialistas más para el Ministerio de Turismo y hoy están encargados de la reparación de la estatua de Sarmiento.
Desde muy joven, en el 78, decidió abrirse camino en otro lado y se radicó en Buenos Aires. Veinte años después volvió y desde entonces ha trabajado para el Estado. "En el 2001, cuando se cae el país, dije que era hora de volver. Estaba cansado y quería vivir más cómodo. Surgió una propuesta desde el Museo de Ciencias Nacionales que me invitaron a ayudar en la construcción de los Titanes de Ischigualasto como especialista en efectos especiales", contó en diálogo con Diario La Provincia.
Su currículim incluye capacitaciones y trabajos junto a reconocidos artistas. "Me fascina la escultura, y aunque no estudié en una universidad sí hice muchos cursos y me preparé. Me fui a Buenos Aires de muy chico, en donde tuve la posibilidad de conocer a personas que me guiaron y me ilustraron. Trabajé con Juan Lepes (padre de Narda Lepes) en una empresa de arquitectura publicitaria y con él hicimos trabajos fantásticos. Siempre me dio la posibilidad de aprender lo que quisiera, me mandaba a cursos de todo, serigrafía, escenografía, etc. También tuve la oportunidad de trabajar con Marta Minujín e hicimos toda la escenografía del recital de Charly García "nos bombardean Buenos Aires", expresó.
Sarmientino
Actualmente, junto con su equipo, está trabajando nuevamente en la escultura del prócer sanjuanino. "Somos un grupo de 7 personas que estamos trabajando en el ministerio de Turismo y Cultura: Víctor Abel Martínez, Marcos Bruna, Leandro Varela, Gerardo Tejada, Sergio Aballay, y Darío Arce. Siempre hacemos carruajes, stands, reparaciones de esculturas, y cuando hay alguna fiesta en un teatro hacemos todo lo referente a escenografía. Las anteriores reparaciones se hicieron en el lugar, pero teníamos que trasladar un montón de herramientas y trabajar entre medio de toda la gente y nos resultaba un poco incómodo. Por eso se decidió trasladarlos hasta acá. Nos hemos tomado un tiempo como para poder reparar bien la figura para que salga impecable del taller", explicó.
"Lo más fundamental fue lo que aprendí en la Escuela Argentina de Efectos Especiales. Ahí aprendí todo lo que tiene que ver con ojos, dentadura. Por ejemplo, en una de las oportunidades, los malvivientes le quemaron un ojo a la escultura con un cigarro. En la obra original estaban pintados los ojos, y nosotros los sacamos y los hicimos tal cual con todos los detalles y luego los encastramos. También estamos haciendo un nuevo libro, sacando un molde en caucho de silicona y finalmente vamos a hacer la pieza en resina de poliéster", contó sobre algunas de las mejoras.
"El artista nunca pensó que iba a llover y que la gente iba a intentar dañando. Igualmente, no es contra los vándalos, si alguien va y le pone un chico arriba, se va a romper. Sino habría que hacerla de bronce o de titanio. Es un desafío más que nada porque queremos que la gente sienta que la figura no ha sido modificada. Pero vamos a tratar de que la piel parezca más humana, incluso hicimos un curso de uñas esculpidas así que también se las vamos a hacer. Por sobre todas las cosas queremos pedirles a los sanjuaninos que la cuiden, y que cuiden todos los monumentos que nos pertenecen a todos", pidió.
Para finalizar, el artista contó sobre un proyecto que están armando. "Una de las ideas originales es sacar moldes de silicona de las distintas partes de la escultura para poder clonarla. Si la tenemos que volver a hacer vamos a utilizar materiales más rígidos, con una estructura interna de metal facetada para que podamos darle más solidez. Además, hemos sugerido una vez que tengamos su cara, poder hacer bustos", sentenció.