Paloma Herrera en San Juan: "Para llegar a ser un buen bailarín no hace falta sólo talento o trabajo"

Tras haber dictado dos Master Class en el Teatro del Bicentenario, y a pocas horas de la presentación del Lago de los Cisnes, la eximia ex bailarina Paloma Herrera brindó una conferencia de prensa donde destacó las instalaciones del nuevo polo cultural. Además se refirió a su visión respecto al ballet y la diferencia entre el artista y el bailarín.

"Quiero poder trabajar lindo y transmitir un poco lo que he tenido en mi carrera. Se lo importante que es para los chicos estar en un escenario como éste. Es una oportunidad única”, expresó Paloma.

La artista destacó la importancia de los ideales, más allá de las capacidades técnicas a la hora de hacer ballet. "Quiero poder transmitir ideales, porque los pasos de danza pueden transmitirlo muchas personas. El amor al arte, las ganas de hacer las cosas bien, el compromiso, eso es lo único que vale”, aseguró. 

 

La ahora ex bailarina ya estuvo trabajando con el grupo de artistas que participará del Lago de los Cisnes los próximos 26 y 27 de noviembre y destacó que "es un grupo hermoso de gente hermosa, súper bien ensayado. Fueron días muy intensos, en pocos días están totalmente focalizados”, remarcó. 

 

Paloma Herrera dio por terminada su carrera como bailarina en mayo del 2015, con la interpretación de la obra Giselle. Respecto al tema dijo que "el ballet es un arte muy difícil. Es un arte donde no hay límites. Siempre es más más más y más. Por eso deje de bailar, porque uno siempre se está mirando hacia arriba, buscando la perfección”. 

 

Siendo palabra autorizada de la danza, Paloma contó que es difícil conseguir talento. Hay muchos bailarines pero hay pocos que son realmente estrellas, según explicó. "Para llegar a ser un buen bailarín no hace falta sólo talento o trabajo, sino un montón de cosas. Es duro, pero es la verdad. Se necesita talento, trabajo y además hace falta la inteligencia de aplicar el compromiso”, dijo.

 

Para Paloma, el gran problema en el arte, y en la vida en general, radica en que la gente se pone objetivos y quiere "llegar a” en lugar de transitar el paso a paso y vivirlo desde el trabajo. "En mi caso nunca intenté llegar a ningún lado, yo quería y amaba bailar, amaba mi arte, era mi burbuja”, confesó. Ahora la gente solo ve los objetivos, quiere llegar a algo, pero no tiene en cuenta el contenido. Ahí está la diferencia entre el verdadero artista y el bailarín”.